Rodeando el cielo como trompas de elefante monolíticas, los «Pilares de la Creación» son una vasta región de material formador de estrellas ubicado en la Nebulosa del Águila, a unos seis mil años luz de la Tierra.
Los astrónomos de la agencia espacial NASA muestran una de las imágenes más icónicas y populares captadas por el telescopio Hubble.
Estos zarcillos de gas y polvo, coloreados por la radiación de brillantes estrellas jóvenes ardiendo en su interior, se convirtieron en un hito de la Vía Láctea gracias a una imagen icónica de luz visible tomada por el Telescopio Espacial Hubble en 1995.
Los ojos humanos solo pueden ver una pequeña porción del rango de radiación emitida por los objetos que nos rodean. Llamamos a esta amplia gama de radiación el espectro electromagnético, y la parte donde podemos ver la luz visible.
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En esta visión etérea, todo el marco está salpicado de estrellas brillantes y se revela que las estrellas bebés se forman dentro de los pilares. Los contornos fantasmales de los pilares parecen mucho más delicados y se recortan contra una espeluznante neblina azul, informa la NASA.
Según el astrónomo de la NASA Paul Scowen, quien dirigió la exploración inicial del Hubble de la Nebulosa del Águila en 1995, a medida que las estrellas en la punta de los Pilares se hacen cada vez más grandes, su radiación se hará más fuerte, destruyendo lentamente el gas a su alrededor.
"Los fuertes vientos de las estrellas y la lluvia de partículas cargadas están literalmente arrasando con la arena en la parte superior de estos pilares", dijo el astrónomo de la NASA, Paul Scowen, según publica Futurism.
Los "Pilares de la Creación" fueron descubiertos en 1745 por el astrónomo suizo Jean-Philippe Loys de Cheseaux.
