Artesanas del quesillo continúan con espíritu trabajador en Nagarote, donde su labor no se ha detenido, lo que genera empleo y aporta a la economía de Nicaragua, dando valor agregado a la leche.
En el primer trimestre de este año la producción de leche ha crecido en un 12% con un volumen de 83.9 millones de galones, que salen de las fincas para alimentar los hogares del país.
Tan solo en Nagarote existen 1 mil 380 productores, que surten a las 720 artesanas del quesillo del municipio con leche, de la cual elaboran este platillo típico y otras delicias.
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“Primero hacemos la cuajada para elaborar el quesillo, la misma cuajada sirve para elaborar la cosa de horno, también se usa para hacer cajetas, para todo se ocupa porque también hago el fresco de cacao que elaboro con la leche”, dijo la señora Juana Cuaresma.
Valor agregado a la leche
Es así que la leche es el origen de la cadena de producción en Nagarote, a la que se le da valor agregado y permite generar empleo en este municipio, donde el trabajo no ha parado.
“La verdad seguimos luchando porque esto es nuestro subsistir. Las ventas se bajaron, pero nosotros estamos aquí con las mejores precauciones, con el aseo, porque queremos mantener un buen servicio”, expresó la artesana del quesillo, quien fundó ese negocio hace dos años.
Otro negocio que funciona desde hace 15 años es Quesillos Bone. Ahí laboran 20 personas dando valor agregado a la leche con la elaboración de las trenzas y tortillas blancas del quesillo.
“Empezamos con unas cinco libras diarias, simplemente trabajaba mi mamá y mi hermana porque no había tanta demanda, pero con el tiempo ha ido aumentando la clientela. Aquí elaboramos la cuajada, la materia prima, se deja de un día para otro que se fermente, para que esté en su punto de elaborar el quesillo”, destacó Lisseth Pérez Páiz, hija de la propietaria de ese negocio.
En ese negocio que tiene 20 años se existencia, a diario se comercializan hasta 2 mil quesillos, porque el trabajo no ha parado.
“Hemos tratado de luchar y seguir adelante, porque obvio que nosotros dependemos del trabajo diario, todos los trabajadores aquí junto conmigo ganamos diario y si aquí no se trabaja no se gana”, explicó la mujer trabajadora.
Trabajo digno
Las artesanas del quesillo consideran que el nicaragüense es esforzado y por ende a diario lucha dignamente para llevar el pan a los hogares.
“Nosotras somos las que trabajamos y el trabajo no se puede detener porque la comida no se para, tenemos que darle de comer a nuestros hijos para salir adelante”, comentó doña Juanita.
“Hay personas que lo que ganan día a día, eso llevan a su casa, imaginate que si estas mujeres no trabajan hoy ¿qué van a comer el día de mañana? Esta es una cadena que tenemos que sobrevivir y ver cómo se hace para trabajar”, puntualizó Lisseth.
En Nagarote, los locales están atendiendo con normalidad a las familias, garantizando que se deleiten con el mejor quesillo de Nicaragua.