El consumo habitual de opio o de opiáceos aumenta el riesgo de sufrir diferentes tipos de cáncer, advirtió este martes la Agencia Internacional de Investigación sobre el Cáncer (IARC, en sus siglas en inglés), que depende de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Los autores de ese trabajo iniciado en 2004, en el que han participado 50.045 personas, han encontrado una relación entre el uso recurrente de esa droga y el desarrollo de una amplia gama de cánceres, incluidos los de esófago, estómago, laringe, pulmón, páncreas, hígado, vejiga y cerebro.
"Hay una creciente evidencia de posibles efectos cancerígenos del opio y sus derivados", explicó en un comunicado de la IARC Reza Malekzadeh el principal responsable de la investigación.
Se trata de la única con carácter prospectivo que se asienta en los datos de un gran grupo de consumidores de opio y durante un largo periodo de tiempo, hizo notar Malekzadeh.
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Mahdi Sheikh, otro de los autores del estudio, señaló que esa asociación entre consumo de opio y riesgo de cáncer se constata tanto para hombres como para mujeres, para fumadores y para personas de alto o de bajo nivel socioeconómico.
El estudio, que se publica en la revista "The Lancet Global Health", fue iniciada por el Instituto de Investigación en Enfermedades Digestivas de la Universidad de Ciencias Médicas de Teherán, en cooperación con la IARC y con el Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos.
Esta agencia, con sede en la ciudad francesa de Lyon, recordó que la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito estimaba en 2017 que había en el mundo 29,2 millones de usuarios de opiáceos, y que el uso inadecuado de esas sustancias causa cada año decenas de miles de muertes y pérdidas económicas de miles de millones de dólares. EFE