Un grupo de vecinos de la localidad de Santa Juana, en la Región del Biobío, al sur de Chile, denuncian que una joven de 25 años, identificada como Karina Cuevas, se quitó la vida tras haber sido víctima de una violación por parte de un amigo.
Lo anterior generó la rabia de la población, quienes se manifestaron exigiendo justicia contra el acusado que alega inocencia, advirtiendo que la relación existió, pero que según él fue “de mutuo acuerdo”.
Este hecho trae a la memoria el caso de Antonia Barra, quien también se suicidó en octubre del 2019 tras haber sido abusada sexualmente.
El denunciado caso de violación contra Karina se habría originado la noche del 2 de enero pasado, en una fiesta de Año Nuevo que se realizó en el camping Nahuelbuta. Según el relato de sus amigos que acompañaban a la víctima, esa jornada se inició con la llegada de un primer grupo de conocidos, en donde empezaron a beber alcohol. Tras unos momentos, “llegó más gente y el amigo” sospechoso.
Te puede interesar: Autoridades salvadoreñas sin dar respuesta de tres jóvenes desaparecidos este año
Según cuenta Ingrid Beltrán, amiga de la víctima, “él no tomó tanto, pero Kari ya había tomado antes de que llegaran los demás”. Avanzada la noche, Karina le solicitó a Ingrid que la acompañara a acostar a su carpa. “Cuando fui, el amigo ya estaba acostado durmiendo. Yo acosté a la Kari y me fui a mi carpa”, aseguró.
Al otro día, entre lágrimas Karina despierta a Ingrid, asegurando que el amigo la había violado en la noche. “En la mañana la Kari me despierta a eso de las ocho o nueve llorando. Fue a la carpa y me dice ‘Ingrid, Ingrid’ y yo le digo ‘¿qué pasa?, salí de la carpa y ella se sentó. Lo único que hace es llorar. Y me dijo ‘él me violó’”, agregó.
Al mismo tiempo, Karina intentaba contactarse con un amigo mediante llamadas y mensajes, para que la fuera a buscar y la protegiera. Cuando se encontraron ambos, el joven la encontró llorando y ordenando sus cosas. “Yo le digo ‘Karina ¿qué te pasa?’, nunca la había visto tan nerviosa. ‘Que tal persona me violó’”, le respondió la víctima. Al instante, regresaron a la casa de la joven.
La familia de Karina ha puesto a disposición de la justicia una serie de conversaciones de WhatsApp, en donde aseguran que existe evidencia que soportarían las acusaciones.
La hermana de la joven, María Cristina Cuevas, aseguró que en las conversaciones de la red social existen reclamos hacia el sospechoso, preguntas sobre por qué el amigo abusó de la joven, y que ella nunca había pensado que él podía realizar esto. “Él dice como pidiéndole disculpas, ‘pensé que tú querías’”, sentenció Cuevas.
María Cristina además sostuvo que su hermana “no le dice textualmente tú me violaste”, pero Karina le habría preguntado al joven por qué había actuado de esa manera, porque “ella se sentía mal por lo que le había hecho”.
También puedes ver: El Salvador: Hombre viola a niña de 12 años, la hizo pensar que sostenían “noviazgo”
Según su familia, antes del suicidio Karina habría dejado una carta de despedida, y en donde también escribió la clave de su celular. Mientras que el sospechoso, en su declaración ante la fiscalía, sostuvo que “yo nunca he dicho que no estuve con ella, yo estuve con ella, pero no fue violación, fue mutuo”.
“Ley Antonia” busca penas más altas
En Chile, el caso de Karina ha desatado el recuerdo del caso de Antonia Barra, una joven de 21 años de edad quien se suicidó después de acusar a Martín Pradenas de haberla violado, y quien actualmente está detenido. El proyecto está en plena discusión en el parlamento y se espera que esté prontamente.
La ley Antonia busca tipificar la incitación del suicidio como consecuencia de delitos sexuales, y la semana pasada fue aprobada de forma unánime en la Cámara de Diputados. La diputada y presidenta de la Comisión de Mujeres y Equidad de Género, Maite Orsini, comentó que actualmente “las mujeres no tenemos incentivos para denunciar delitos sexuales, por el estigma que la sociedad impone a las víctimas”. Por esto mismo, es que el proyecto busca “ampliar la prescripción de los delitos sexuales, mejorar las garantías procesales y proteger los derechos de las víctimas de este tipo de delitos”.