Científicos de Dinamarca presentaron en el Congreso de la Sociedad Europea de Cardiología, un estudio que confirma que los riesgos para el corazón entre los fumadores es aún más severo de lo que se pensaba.
Además, hallaron que entre las personas que participaron del estudio, hubo varias que lograron restaurar ciertas funciones cardíacas cuando abandonaron el hábito.
La autora del estudio, Eva Holt, del Hospital Herlev and Gentofte, informó que, «nuestro estudio muestra que fumar también conduce a corazones más gruesos y débiles. Significa que los fumadores tienen un volumen menor de sangre en la cámara izquierda del corazón y menos poder para bombearla al resto del cuerpo. Cuanto más fuma, peor se vuelve su función cardíaca».
Los expertos también establecieron que «el corazón puede recuperarse hasta cierto punto si se deja de fumar, por lo que nunca es demasiado tarde para dejar de fumar»; dijo la autora.
Nuevo estudio advierte sobre los graves problemas que produce fumar
Los efectos perjudiciales del tabaquismo sobre las arterias y las enfermedades arteriales como el ataque cardíaco y el accidente cerebrovascular ya han sido bien establecidos por cientos de investigaciones científicas previas.
En esta misma línea, los estudios también han demostrado que fumar está asociado con un mayor riesgo de insuficiencia cardíaca; en la que el músculo cardíaco no bombea sangre hacia el cuerpo como debería, generalmente porque está demasiado débil o rígido. Esto significa que el organismo no recibe el oxígeno y los nutrientes que necesita para funcionar normalmente.
El vínculo entre fumar y la estructura y función del corazón no se ha examinado completamente. Por lo tanto, este estudio exploró si fumar estaba relacionado con cambios en la estructura y función del corazón en personas sin enfermedad cardiovascular y el efecto de cambiar los hábitos de fumar.
Realizan estudio para analizar el corazón de una persona que fuma
Se inscribieron un total de 3 mil 874 participantes de 20 a 99 años sin enfermedad cardíaca. Se utilizó un cuestionario autoadministrado para obtener información sobre el historial de tabaquismo y estimar segmentaciones poblacionales a partir del número de cigarrillos fumados a lo largo de la vida.
Los investigadores compararon las medidas de ecocardiografía de los fumadores actuales con las de los que nunca habían fumado después de ajustar por edad, sexo, índice de masa corporal, hipertensión, colesterol alto, diabetes y función pulmonar.
Según los datos utilizados, la edad promedio de los participantes fue de 56 años y el 43 % eran mujeres. Casi uno de cada cinco participantes eran fumadores actuales (18,6 %), mientras que el 40,9 % eran ex fumadores y el 40,5 % nunca había fumado.
En comparación con los que nunca habían fumado, los fumadores actuales tenían corazones más gruesos, débiles y pesados. El aumento de paquetes-año se asoció con el bombeo de menos sangre. «Descubrimos que el tabaquismo actual y los paquetes-año acumulados estaban asociados con el empeoramiento de la estructura y función de la cámara izquierda del corazón, la parte más importante del corazón»; señaló Holt.
Entre las conclusiones, «la investigación revela que fumar no solo daña los vasos sanguíneos, sino que «también daña directamente el corazón. La buena noticia es que parte del daño es reversible si se cancela la práctica del cigarrillo», concluyó la especialista.
Por: Semana