Un joven profesional, destacado, disciplinado y entregado a su vocación de servicio estuvo a punto de perder su vida; «soy un milagro viviente; Dios me dejó vivo para contar mi historia. Los médicos dijeron que si no moría iba a quedar parapléjico, el golpe principal fue en la cabeza».
Un 31 de marzo del año 2012, Ricardo Alberto Olivares fue embestido por una unidad de transporte que cubría la ruta 111, en el sector de TUCSA, en Villa Reconciliación. Su mamá recuerda la angustia vivida. «Pasó 22 días en coma, un día salió el médico a las 8:00 am a decirnos que lo iban a desconectar porque ya no podían más con él; su cerebro estaba demasiado inflamado, ya no resistía más».
«Entonces el médico me dijo ‘lo estamos haciendo sufrir’; fíjese que ese día que lo iban a desconectar a él, porque ya había orden para hacerlo como a las 6 de la tarde llegó un enfermero y nos comunicó que ya había salido de coma y llorábamos de alegría», dijo Altamirano.
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«Primero fue el trauma cráneo encefálico severo, quebradura del fémur y rodilla; tuvieron que ponerle clavos, después de eso le dio derrame y por eso quedo hemipléjico; quedó su brazo y pierna paralizada», continuo su progenitora.
Olivares no solo tuvo que enfrentarse a las heridas físicas, el abandono de su esposa durante su proceso le causo la mayor decepción del mundo. «mire yo le voy a ser sincero, me daba pena que mi mamá, me bañara, me vistiera, me secara, me daba de comer como niño tierno, yo le decía, mamá no haga eso, me da pena y usted sabe como son las madres; ella fue la única que estuvo conmigo, y sigue aquí», dijo Ricardo.
Supera expectativas médicas
Nuestro sobreviviente tiene dificultades de memoria, pero no olvida su pasión por el entrenamiento; ya que fue miembro de las tropas policiales de la Policía Nacional.
Las autoridades de tránsito nacional han confirmado la ocurrencia diaria de 47 accidentes de tránsito; donde están directamente involucrados los motociclistas, de los cuales cuatro son con lesiones y dos con personas fallecidas.
En Nicaragua, los accidentes de moto se presentan en jóvenes y adultos en las edades de 24 a 40 años.
El mayor anhelo de nuestro sobreviviente; es llevar una vida normal y alcanzar todas las metas que un día quedaron inconclusas.