Cae la noche y Managua se convierte totalmente en un mundo que bajo la luz del sol parece completamente desconocido. Recorrer cada calle y cada barrio te hace ver que muchas cosas y todo lo que está en tu mente tiene un poco de realidad y más aún cuando es de comidas que vamos a hablar.
Los Managuas por lo general se comen una buena fritanga a cualquier hora del día; sobre todo a la hora de cenar; pero con tantas fritangas, ¿Cuál es la mejor opción para satisfacer el gusto sin caer en un precio exagerado?. Pues les tengo una respuesta a aquellos que circulan en la zona de arriba de la capital.
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Del paso a desnivel de Rubenia, Managua, una cuadra al este, se encuentra ubicada la fritanga «El Tío y La Tía»; lugar que todo aquel que ha pasado por acá sabe que la fila que hacen los compradores son extensas y hay noches en la que esta llega hasta el paso a desnivel. A tal magnitud que el tráfico se ve saturado por la alta demanda de parte de comensales nacionales y extranjeros.
Don Octavio Amador, propietario de este lugar, nos contó que esta fritanga lleva años llevando a la población uno de los mejores platos de comida; que sin importar cuántos lugares de este tipo se establezcan a su lado, la gente siempre es a «El Tío y la Tía» que van a parar.
«El secreto está en el tipo de comida que ofrecemos, la frescura de nuestros productos y sobre todo el menú que tenemos. Te doy un ejemplo, en una fritanga común no vas a hallar platos de comida china y con venir acá ya sabes que si lo podés encontrar», relataba Don Octavio en Managua.
«Otra cosa es el sabor, no cualquiera le puede dar. Vos ves que tenemos competencia a ambos lados y eso nunca nos ha hecho sentir menos y peor que nuestras ventas hayan bajado; todo lo contrario. La gente nos prefiere y el que prueba nuestro menú regresa por la calidad que ofrecemos»; agregó el propietario de esta popular fritanga en Managua.
Quizás el plus de estar sobre una pista principal como es la que lleva al mercado Iván Montenegro sirva de algo; pero la sazón que lleva cada plato de comida hace que hasta los visitantes de otros países lleguen en busca de una buena fritanga.
«Mucha gente viene de afuera y desde el aeropuerto se dejan venir a comer. Hoy casualmente una familia de españoles se venían muriendo por un buen gallopinto con pollo asado y aquí los tuve desde que llegaron al país»; sentenció Amador, contento de que la fidelidad de su clientela lo haya hecho crecer a como ni él se lo pudo esperar.
La fritanga, «El Tío y la Tía» abre las puertas al público durante toda la semana, desde que el sol se empieza a poner y cierra hasta que el último cliente se vaya satisfecho; sin importar la hora de la madrugada que pueda ser.
El trabajo no termina para aquellos que su objetivo principal es satisfacer hasta el gusto del más exigente paladar; en un ambiente tan competitivo como Managua.