Juan Emanuel S. fue detenido en abril de 2018 por el femicidio de su pareja, Jéssica Olivera, quien murió desangrada como consecuencia de una de las dieciocho puñaladas que el hombre le propinó.
La fecha del juicio estaba fijada para el 16 de abril último, pero a causa de la pandemia, se postergó. En ese marco, su defensa, solicitó la prórroga de la prisión preventiva, que le fue concedida y luego presentó un pedido de morigeración de las condiciones de detención, para pasar a la modalidad domiciliaria.
"Su defensora presentó un escrito apelando a la Cámara para pedir que él espere el juicio en su domicilio. Alega que ya cumplió los plazo de ley, que son dos años. El domicilio que él presenta es cerca de donde vive un testigo y es a seis cuadras de mi casa. Vivimos muy cerca todos mis sobrinos, hermanos y mis papás. Estamos todos muy mal, asustados; las testigos tienen miedo", sostiene María Cristina, hermana de la víctima.
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Pero no era la primera vez que el hombre agredía a la joven. La familia de Jéssica aseguró a los investigadores que más de una vez la joven terminó hospitalizada por los golpes de su concubino.
La muerte de Jessica
Jessica, tenía 31 años y hacía cinco años que estaba con él. "Se separaron varias veces y volvían. Ella trabajaba en cuatro casas de familia. Tenía tres hijos, la niña menor era hija del asesino. Estaba en brazos de mi hermana Jessica en el momento en que él la mata. Mi otra sobrina logró sacarle la niña y correr", recuerda con angustia María Cristina.
"Ellos vivían a veinte metros de mi casa. Habían vuelto a vivir con la familia de él cinco días antes. Él tenía problemas de adicción y había estado detenido por robo. En el momento en que la mata estaba cumpliendo una condena por robo y la mata el 15 de abril, antes de cumplir la condena", cuenta la hermana, que dice que "después de la muerte me voy enterando de muchas cosas que los vecinos veían y nosotros no sabíamos; ella siempre lo tapó".
"Dejó a tres niños sin su mamá y una familia destruida", dice la hermana en nombre de todos, y agrega: "Estamos con miedo, con dolor por el atraso del juicio. Ya fue un momento muy difícil para nosotros y ahora esto, los chicos son muy inteligentes y saben y preguntan", dice María Cristina, que reclama que no le den la domiciliaria y que el juicio se haga lo más pronto posible. Que haya justicia para su hermana y tranquilidad para toda la familia, informo Crónica.