El síndrome inflamatorio multisistémico en niños (MIS-C, por sus siglas en inglés) es una nueva afección de salud relacionado con COVID-19 que se presenta en niños de la ciudad de Nueva York y de otros lugares. El síndrome se llamó anteriormente síndrome inflamatorio multisistémico pediátrico (o PMIS, por sus siglas en inglés).
El MIS-C es como otras afecciones inflamatorias graves, como la enfermedad de Kawasaki y el síndrome del shock tóxico. Los niños con MIS-C pueden tener problemas en el corazón y en otros órganos, y deben recibir atención médica en un hospital.
Una afección poco común. Sin embargo, dado que los niños con este síndrome pueden enfermarse gravemente, es importante que los padres conozcan las señales y los síntomas que pueden presentar sus hijos para que puedan obtener ayuda de inmediato.
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Síntomas
La mayoría de los niños presentan fiebre (temperatura de 38 °C, o más) que dura varios días, junto con otros síntomas.
Otros síntomas comunes incluyen:
• Irritabilidad o disminución de la actividad
• Dolor abdominal sin explicación aparente
• Diarrea
• Vómitos
• Erupción en la piel
• Conjuntivitis (ojos rojos o rosados)
• Mala alimentación
• Labios rojos y agrietados o lengua roja y
desigual que se parece a una fresa
• Manos y pies hinchados, que también
pueden estar enrojecidos
No se sabe que ningún niño haya muerto hasta ahora, pero varios han terminado en cuidados intensivos con síntomas misteriosos que incluyen arterias coronarias agrandadas.
Al menos 50 niños en la ciudad de Nueva York y en Long Island, han desarrollado un síndrome inflamatorio multisistémico relacionado con COVID-19, informa el New York Times.
¿El MIS-C es contagioso?
El MIS-C no es contagioso, pero es posible que su hijo tenga COVID-19 u otra infección que puede ser contagiosa. Por eso, los centros de salud tomarán medidas de control de infecciones mientras tratan a su hijo.
Actualmente, los niños con MIS-C reciben diferentes tratamientos, incluyendo medicamentos dirigidos al sistema inmunológico del cuerpo y a la respuesta inflamatoria. Los niños pueden recibir también otros medicamentos para proteger el corazón, los riñones y otros órganos.