Este martes Tribunal Oral en lo Criminal 7 de Lomas de Zamora dictó prisión perpetua para Marcos Esteban Bazán, de 34 años, único condenado por el femicidio de Anahí Benítez, de 16, ocurrido en 2017 en la reserva Santa Catalina de Lomas de Zamora.
La lectura de la sentencia se dio pasadas las 13 en los tribunales de esta ciudad del Gran Buenos Aires y fue transmitida por la plataforma Teams. Igual que ocurrió con las últimas audiencias frente al aislamiento por el coronavirus, el imputado siguió el juicio por videoconferencia desde la Unidad 9 de La Plata, pero su mamá y su novia estuvieron presentes en la sala.
El miércoles pasado los jueces Elisa López Moyano, Roberto Conti y Roberto Lugones solo dieron a conocer su veredicto condenatorio para el dueño de la casa donde se cree que Anahí fue retenida, drogada, violada y asesinada, y anunciaron que este martes informarían la sentencia -la pena y el delito-, y los fundamentos.
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El círculo de la víctima manifestó su descontento en las últimas horas, alegando que hay más personas involucradas en el crimen de la joven. Además, cuestionan el trato que se le dio a Marcelo Villalba, de 42 años, que fue declarado inimputable , porque se concluyó que era un "psicótico", a pesar de que reconoció su culpabilidad y su ADN fue encontrado en el cuerpo de la víctima.
El fiscal Hugo Carrión y el querellante Guillermo Krizan pidieron la pena de prisión perpetua. Y las fuentes consultadas dan por descontado que a Bazán le caerá esta pena por el crimen cometido, ya que ésa es la pena que tienen los delitos por los que fue acusado tanto por la fiscalía como por la querella.
En su alegato, Carrión afirmó que Anahí fue "torturada y cosificada" y pidió para Bazán la pena de prisión perpetua como coautor, o en su defecto partícipe necesario, de los delitos de "privación ilegal de la libertad agravada, homicidio agravado por alevosía, criminis causa y por mediar violencia de género" (femicidio). Además, como partícipe necesario de un "abuso sexual agravado por acceso carnal".
Pese a que ya no estaba siendo juzgado, el fiscal también se refirió a Villalba -quien tiene una condena por un abuso en Capital Federal-, como autor de la violación de Anahí y coautor del crimen, y recordó que el celular de la joven fue encontrado en poder de uno de sus hijos.
Como prueba clave contra el condenado, Carrión mencionó el olfato del conocido perro rastreador Bruno, de la brigada canina de Escobar, a quien definió como "el detector de femicidas". Según detalló, el can detectó el rastro odorífero de Anahí dentro de su casa y la presencia del propio imputado en la fosa donde se halló el cadáver de la víctima, a 235 metros de su vivienda.
También se secuestró una tijera en la casa de Bazán que la Anahí solía tener en un morral, una llave que ella solía colgarse en el cuello y que se comprobó que abría la puerta del domicilio del imputado y una pala del acusado con tierra similar a la del sitio donde fue enterrado el cuerpo.
Hipótesis de la fiscalía
La hipótesis de la fiscalía es que Anahí conocía a Bazán por el interés que ambos compartían por la naturaleza y por sus inclinaciones artísticas. Por lo que, el imputado la secuestró, la retuvo en su casa, la drogó con "burundanga" y ahí fue violada por Villalba.
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Los investigadores consideran que luego de eso, al verse acorralados por la búsqueda policial que se desarrollaba en torno a la desaparición de la joven, los acusados decidieron asesinarla para ocultar los delitos que habían cometido.
Anahí fue vista por última vez el 29 de julio de 2017 cuando salió de su casa de Parque Barón, en Lomas de Zamora, para dar un paseo y el 4 de agosto fue encontrada muerta. Estaba desnuda y tenía lesiones cortantes y golpes en la cabeza, había sido enterrada en la Reserva Natural Santa Catalina. La autopsia determinó que fue estrangulada, drogada y, en esas condiciones, violada.