La familia Calero tienen más de 50 años de dedicarse al cultivo de piña, es una herencia que según ellos ha venido de generación en generación, ya que el pionero de este trabajo tiene 95 años de edad y ahora son ellos los que le preceden en este trabajo al campo.
Son originarios de La Concepción, Masaya, pero han descubierto que las tierras de la zona de San Marcos son aptas para hacer crecer la piña, como lo demanda el mercado nacional.
Don Mario Calero, es la cabeza del hogar, junto a el sus hijos, esposa, hermanos y yerno trabajan desde horas tempranas en la siembra de "hijos de piña", en la zona del dulce nombre de Jesús, jurisdicción de San Marcos, aquí pretenden sembrar más de 24 mil hijos para producir piña en aproximadamente año y medio.
Lee también: Abren paso en puente de Tecolostote tras fuertes lluvias
"Las expectativas son buenas, con la ayuda de Dios, tenemos la fe que será un éxito la producción, tendremos buenos resultados. Lo importante es seguir luchando por nuestras familias, aquí trabajamos juntos en familia y comunidad como dice el lema de nuestro gobierno", dijo Mario Calero.
En tanto los hijos van surcando las calles con la piña que será producida para ser vendida en los mercados del país, donde comúnmente quedan es en el mercado de Masaya, Managua y parte del norte.
Familia unida
Don José Leonel Calero, es hermano de don Mario Calero, el al igual que su hermano se dedica este cultivo, en familia han logrado salir adelante, el nos explica como es el proceso de siembra de esta fruta.
"Primero preparamos la tierra, luego le damos con el azadón, después le aplicamos herbicida para quemar la hierba que normalmente queda en la superficie de la tierra, luego procedemos a la siembra, dándole de espacio cuatro cuartas por dos de surco, los hoyos los hacemos con una coba y otro va detrás sembrando, luego de eso se le aplica el fertilizante para su desarrollo", explicó Calero.
La hora de que inician sus labores es a las seis de la mañana para culminar a las once y treinta del día, cuando cada quien sale rumbo a su casa.
Cada manzana lleva una inversión de tres mil dólares, hasta que es puesto el producto en el mercado nacional, luego las ganancias son repartidas en familia.