Investigadores nacionales e internacionales descubrieron en los bosques nublados del noroccidente ecuatoriano dos nuevas especies de ranas de cristal (género Hyalinobatrachium); bautizadas como la rana de cristal de Mashpi (Hyalinobatrachium mashpi) y la de Nouns (Hyalinobatrachium nouns).
Así lo informó este martes el Ministerio del Ambiente, Agua y Tradición Ecológica; en un comunicado en el que apuntó que la rana de cristal de Mashpi vive en los bosques de las Reservas Tayra y Mashpi en el noroccidente de la provincia de Pichincha; cuya capital es Quito.
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De su lado, la rana de cristal de Nouns habita en los bosques suroccidentales de la provincia andina de Imbabura (norte); en la Reserva Río Manduriacu y Los Cedros.
Ambos bosques están ubicados dentro de la Reserva de la Biósfera del Chocó Andino; uno de los ecosistemas más biodiversos del país.
Se conoce como ranas de cristal al grupo de anfibios de la familia Centrolenidae; que poseen su piel dorsal transparente o completamente translúcida.
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👉 https://t.co/mL43AYZUwc¡Gracias a los investigadores de la USFQ y colaboradores!#InvestigaciónUSFQ @mashpilodge, @ecominga, Bosque Protector Los Cedros, Reserva Río Manduriacu, @jmguayasamin pic.twitter.com/hezl5q9qYd
— Universidad San Francisco de Quito (@USFQ_Ecuador) March 18, 2022
Por ello se puede ver con facilidad y en vivo la disposición de sus órganos, huesos e incluso movimientos fisiológicos como el flujo de la sangre, digestión y respiración, entre otros.
Como la mayoría de los anfibios, las ranas de cristal son indicadores del buen estado de conservación del bosque y limpieza de los cuerpos de agua, reza el escrito.
En Ecuador se conocen 64 especies de ranas de cristal, incluidas estas dos nuevas especies, de las cuales 19 solo viven en Ecuador, es decir son únicas.
Estas ranas son uno de los grupos de anfibios más carismáticos y conocidos a nivel mundial; aunque solo viven en bosques tropicales de Centro y Sudamérica.
Los anfibios no pueden movilizarse grandes distancias, muchas veces ríos, valles o montañas son límites para separar una especie de otra, por eso conservar, proteger y estudiar los Andes y sus valles interandinos debe ser una prioridad para el Ecuador.
Por Swissinfo.ch