Han pasado 42 años desde la insurrección cultural del pueblo nicaragüense a través de la cartilla, lápices y cuadernos; el primer gigantesco paso emprendido después de la victoria de la Revolución Popular Sandinista para materializar el desarrollo social y económico en Nicaragua.
Con la Gran Cruzada Nacional de Alfabetización «Héroes y mártires por la liberación nacional», miles de jóvenes dieron un golpe mortal al peor problema social heredado por la dictadura Somocista, el analfabetismo.
«Enseñamos a leer, sí, a 450 mil personas. Estábamos enamorados de enseñar y los campesinos y los obreros en las empresas estaban enamorados de aprender y había una voluntad política de la dirección nacional. Había una voluntad política de la junta de gobierno y había una voluntad política del pueblo de Nicaragua»; manifestó el maestro Orlando Pineda, de la Asociación de Educación Popular Carlos Fonseca Amador.
«El regocijo que tuvimos al regreso de obtener experiencia de parte de nuestros hermanos campesinos, a como también nosotros les enseñamos a leer y escribir«; sostuvo el aún alfabetizador Ricardo Rojas.
Una vez reducido el analfabetismo al 12.9% se trabajó de manera prioritaria para continuar, desde el entonces recién creado viceministerio de Educación de Adulto, la tarea de llevarlo a la erradicación.
Una labor heroica para la educación de Nicaragua
Entre 1980 y 1987 la llamada Zona Especial 3, Río San Juan, fue la muestra de los resultados extraordinarios del monumental esfuerzo.
«Entonces la UNESCO el 13 de octubre de 1987 declara a Río San Juan el primer departamento a nivel de América Latina libre de analfabetismo«; destacó Pineda.
«Entonces en los 10 años de Revolución nosotros miramos un Ministerio de Educación que impulsa una serie de programas que le daban alternativas a adultos a ir a la educación primaria, a hacer educación secundaria, conocer la realidad del país. Tener conciencia de sus capacidades de desarrollo y prosperidad y desde ahí a hacer la transformación«; expuso Salvador Vanegas, asesor de Presidencia para temas de educación en Nicaragua, refiriéndose de 1980 a 1990.
Desde siempre las agresiones de Estados Unidos con su financiamiento a grupos antirevolución obstaculizaron avanzar hacia la meta de los alfabetizadores y la dirección nacional del Frente Sandinista, en bajar la tasa de analfabetismo a menos del 5%. A esto se le sumarían 16 años de retroceso durante gobiernos neoliberales.
«Un peligro para la Cruzada Nacional de Alfabetización, un peligro para la alfabetización, un peligro para la educación porque está claro ayer, hoy y mañana ningún gobierno capitalista, ningún gobierno de derecha se va a preocupar tanto por la educación. Ningún gobierno capitalista se va a preocupar por la alfabetización»; declaró Pineda.
Pero al concretarse la segunda etapa de la Revolución comenzó de nuevo la búsqueda imparable de iletrados por la llamada mercantilización de la educación que se vivió con los gobiernos de derecha en Nicaragua.
Esfuerzos del sandinismo para reforzar la educación
«Atrasaron totalmente el proceso, lograron que la gente fuera excluida de todo el sistema educativo. No había oportunidades para los obreros, para los campesinos, para los niños, para los jóvenes, puesto que iniciaron un proceso de capitalismo y de mercantilización de la educación«; sostuvo la ministra de Educación, Lilliam Herrera.
El gran reto del Sandinismo, al retomar desde el Estado la misión de continuar garantizando el conocimiento de las primeras letras en Nicaragua, fue batallar para alcanzar índices mínimos de analfabetismo, que sobrepasaron el 12.9% alcanzado en la Cruzada Nacional de Alfabetización.
«2007 encontramos un 36% y ya íbamos para el 50. 2007 el primer decreto presidencial que hace el Comandante Daniel cuando llega el poder es decretar educación gratuita con calidad inclusiva«; agregó la ministra.
En la última década, el proyecto global en la educación en la continuidad de la enseñanza a través de estrategias que se complementan.
Segunda etapa de la Revolución en Nicaragua
«En esta segunda etapa de la Revolución, programas para educación de jóvenes y adultos nocturnos, programas sabatinos, programas vespertinos, programas por encuentro, diferentes metodologías probadas internacionalmente. Esto nos permite algo importantísimo que es la continuidad educativa. Que el que se alfabetiza avanza en su vida hacia la educación primaria, hacia la educación secundaria, hacia la inserción laboral«; expuso Vanegas, funcionario de Nicaragua.
De esta forma, las estrategias educativas de Nicaragua creadas para responder a las particularidades de cada zona en la que se desarrollan; son apoyadas con programas sociales que también garantizan la permanencia en el sistema educativo, uno de los más integrales y resilientes de nuestra época.