Una mujer se encuentra en observación en Italia, luego de haber sido mordida por su propio gato, que murió poco después en la ciudad de Arezzo, al sudeste de Florencia. En un principio los especialistas creyeron que podría tratarse de rabia, aunque finalmente confirmaron que la mascota estaba infectada con otro virus.
El gato en realidad tenía lyssavirus, un género de virus que había sido hallado por única vez en un murciélago de la región del Cáucaso en 2002, aunque hasta el momento no se había comprobado su transmisión a mascotas o a humanos. Por eso fue conformado un comité técnico científico para analizar la situación, mientras que todas las personas que estuvieron en contacto con el gato (los tres miembros de la familia y un veterinario), también fueron sometidas a un tratamiento con inmunoglobulinas.
"Identificamos el caso de inmediato y hemos puesto en marcha todas las medidas necesarias", destacó la consejera del Derecho a la Salud de la región de Toscana, Stefania Saccardi.
Medidas de prevención
#Alerta científica por nuevos virus | Los que aparecieron en China y en Arezzo
Una cepa de gripe porcina en el gigante asiático activó las alarmas, mientras que un gato fallecido por un extraño virus de la rabia desató la preocupación en Italia https://t.co/QEsTgQBh7N
— Perfil.com (@perfilcom) June 30, 2020
El alcalde de Arezzo, Alessandro Ghinelli, emitió dos ordenanzas con la intención de evitar que la infección pueda propagarse. En una de ellas decidió la incautación de todos los animales que vivían en la casa (un perro, un gato y tres crías de gato). La otra establece que hasta el 27 de agosto inclusive "los perros, aunque estén equipados con bozal, no pueden circular a menos que sean llevados con correa".
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En cuanto a los perros que sean encontrados deambulando por la calle, el alcalde estableció que serán sometidos a un período de observación de seis meses antes de ser devueltos, tiempo que podrá reducirse a dos meses si el propietario se hace cargo del costo de la vacunación.
Un virus mortal
El lyssavirus puede causar una enfermedad neurológica, tal como ocurre con la rabia, que puede provocar el deceso del animal. Antes de morir, el gato había experimentado un cambio en su comportamiento, ya que se había vuelto agresivo de manera "repentina y marcada" y había mostrado "señales neurológicas", detalló el veterinario Giorgio Briganti, quien agregó que "la transmisión de animal a humano nunca ha sucedido, pero esto no resta importancia al hecho de que se deben tomar todas las precauciones".
"Este virus es muy peligroso para los animales: en estos casos la muerte proviene de la parálisis respiratoria", concluyó informó RT.