Con fe y tradición, 68 familias peregrinas partieron a bordo de carreteras haladas por bueyes y caballos rumbo al Santuario Nacional de Jesús del Rescate en Popoyuapa, Rivas.
Cada año estas familias viajan pidiendo con devoción, sus carretas son adornadas con los colores morado, blanco y amarillo en éstas llevando todo lo necesario para cumplir con la travesía desde animales domésticos hasta sus sillas.
"Es un compromiso que hice con Jesús cuando me accidenté, ahorita voy ya por mi cuenta. Ya tengo cincuenta años viajando y tengo cincuenta y cinco, es por fe, no lo hago por negocios ni nada de eso, es por fe", dijo el devoto, Franco Acuña.
"Es una promesa que yo hice durante estuviera viva, desde pequeñita viajaba cuando estaban mis padres y ahorita yo voy ya cumpliendo casi los cien años. Él me ha hecho milagros, yo voy y le pido que me de fuerza y salud", contó doña Leonarda Gaitán.
"Nosotros vamos por una promesa, la niña que va vestida de Jesús del Rescate va pagando junto a nosotros una promesa que le hicimos de que si nos la sanaba entonces nosotros íbamos a ir allá; la íbamos a llevar hasta donde más pudiéramos, hasta donde Dios nos preste la vida. No nos detiene nada porque esto es por fe, esto que hacemos es una tradición y una promesa ininterrumpida", mencionó la promesante, Julia Téllez.
Autoridades brindan acompañamiento
Durante el largo viaje los promesantes reciben el acompañamiento de la Policía Nacional brindándoles seguridad, tanto para ellos así como para conductores. También viajan junto a un equipo médico del Ministerio de Salud (MINSA).
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Cabe señalar que previo a la salida de los peregrinos, la municipalidad y el mayordomo, Juan Pascua hicieron entrega de paquetes alimenticios como una muestra de apoyo.