Desde este 3 de febrero, está disponible Dying Light 2: stay human; la nueva entrega de la franquicia de Techland en la que se combina un mundo apocalíptico, aspectos de supervivencia y parkour.
En esta ocasión, los jugadores encarnarán a Aiden; un peregrino que va de un lado al otro consiguiendo suministros y haciendo lo que el resto de la humanidad no quiere o no puede hacer. Y aunque es muy bueno en ello, el protagonista tiene otra motivación: encontrar a su hermana, con quien fue víctima de crueles experimentos cuando eran niños.
- Te puede interesar: Huawei P50 Pro, el impresionante ‘smartphone’ insignia del gigante chino
La historia se centra 15 años después de la primera entrega. En este punto, el virus de Harran se ha propagado rápidamente, convirtiendo a buena parte de la población en monstruos parecidos a zombis.
Por otro lado, los sobrevivientes se han organizado en grupos que buscan su supervivencia y seguridad; lo que los lleva a ser hostiles y desconfiados con cualquier extraño.
En medio de este panorama, Aiden consigue una información que lo llevará a Villedor, una gran ciudad donde diferentes facciones humanas y monstruos conviven; con tan mala suerte que es mordido e infectado con el virus.
¿Es un final apresurado o una condena a muerte? No, pero sí marca el ritmo del juego, que nuevamente se mueve entre el día y la noche.
A su llegada a la ciudad, Aiden descubre que todos están infectados, pero tienen una suerte de pasaporte sanitario que les indica qué tan avanzada va la enfermedad.
Para mantener a raya el avance del virus, las personas deben exponerse a rayos ultravioleta. De día, ningún problema; de noche, la historia es otra.
Dos mundos diferentes, un mapa
En una sociedad colapsada, sin suministro de electricidad, es difícil encontrar territorios seguros con lámparas UV. Por ello, algunas de las misiones secundarias que se encuentran a lo largo del mapa consisten en restablecer el fluido eléctrico.
Para moverse en la noche, Aiden tiene un par de minutos sin rayos UV antes de morir y convertirse. Esto irá modificándose y haciéndose más llevadero a medida que encuentre medicamentos para tratar la infección. Estos, además, mejoran su resistencia para escalar por la ciudad.
El día y la noche vuelven a aparecer en esta nueva entrega y aunque muchas veces se puede elegir sobre qué franja horaria moverse; es imposible escapar de la penumbra.
Algunas misiones principales y secundarias se realizan exclusivamente en la noche; pero también es necesario recurrir a ella para ingresar a los edificios infestados por los monstruos a buscar recursos.
Sobre esto último, es posible hacerlo en el día, claro, recurriendo al sigilo. Sin embargo, no es tarea fácil, pues una manada de enemigos se abalanzarán al mínimo error o ruido.
Ahora bien, como es conocido entre los seguidores de la franquicia, la noche es para los zombis, que salen de sus guaridas. Sin embargo Techland ha incluido una novedad al estilo de GTA. Si el jugador se aventura a la calle y es visto por estos seres, empezará una persecución que puede ir incrementando su nivel.
La solución a esto es huir, buscar un escondite o protegerse con una fuente de luz ultravioleta que mantenga alejados a los monstruos.
Agilidad y combate, claves de supervivencia
Para moverse en la ciudad, el protagonista está dotado de herramientas como paracaídas y ganchos, además de sus habilidades de parkour; que le permitirán llegar a cualquier parte del mapa.
Lo mejor de Villedor es que está pensada para tener un movimiento continuo, sin interrupciones. Salientes, plataformas, corrientes de aire, varillas, colchones para la caída (…). Hay una amplia variedad de elementos con los que el jugador puede interactuar para correr hábilmente por la ciudad.
Las animaciones son fluidas, permiten sentir la gravedad y el peso del Aiden en la ejecución de cada una de sus maniobras. Además, en esta edición se incluyó la proyección de la sombra del personaje, lo cual brinda una mayor sensación de realismo a la escena.
En cuanto al combate, el juego vuelve a incluir un sistema de desgaste en las armas; lo que obliga al jugador a estar en constante búsqueda de herramientas que pueda utilizar contra sus enemigos humanos o monstruos. En total, ‘Dying Light 2‘ dispone de 200 armas y 20 ‘mods’.
Por otro lado, hay un árbol de habilidades para desarrollar en el personaje. Este se encuentra dividido en una rama ofensiva y otra de movimientos para el parkour.
Historia y desarrollo de personajes
Uno de los aciertos que tiene este videojuego es la forma en que narra la historia, viajando entre el presente y el pasado. Además, el desarrollo de los personajes se va dando de forma fluida y agradable, lo cual va permitiendo establecer una relación con cada uno de ellos.
Esto es importante, pues el juego incluye un componente de toma de decisiones que afectan el transcurso y final del juego. Inclinarse por una o por otra opción no sería tan importante y divertido sin esa conexión entre los personajes y el jugador.
Sin embargo, hay que decir que, para disfrutar de este componente, lo mejor es escuchar los diálogos por completo; los cuales pueden ser largos y podrían llegar a desanimar a los que buscan acción constante.
En definitiva se trata de un juego que ofrecerá horas y horas de diversión, buena historia y adrenalina.
Durante nuestras pruebas en Xbox Series X, evidenciamos algunos fallos en ‘Dying Light 2’; principalmente en animaciones faciales durante algunos diálogos y caídas de fotogramas por segundo. También tuvimos algunas dificultades para retomar la partida con ‘quick resume’.
Sin embargo, hay que decir que probamos una versión preliminar y que Techland lanza junto al juego un parche con 1. 000 correcciones y mejoras en todas las plataformas.
‘Dying Light 2’ ofrece actualización gratuita para usuarios de PS5 y Xbox Series; es decir, que no es necesario pagar extra por tener una versión optimizada para consolas de última generación.