Cuando vemos a una pareja de esposos de una edad avanzada junta, nos hace creer que el amor sí existe, como la historia de Vince y Eileen Triggs; quienes estuvieron casados por 71 años, hasta la muerte del hombre.
Sin embargo, antes de morir, Vince le pidió a su esposa que su último deseo era que se casará con su mejor amigo. Aunque en un principio a Eileen no le agradó mucho la idea, luego de un tiempo, terminó por cumplir la última voluntad de su difunto esposo.
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Vince Triggs fue un gran hombre que a través de su trabajo, las buenas acciones, los eventos comunitarios y la caridad que organizaba, cambió “miles de vidas”. En el matrimonio con su esposa Eileen tuvo cuatro hijos, cuatro nietos y siete bisnietos.
Mike Triggs, uno de sus hijos, escribió en su perfil de Facebook la historia de cómo fue que su madre y Ron Felton, el mejor amigo de su padre; se casaron y cumplieron el último deseo de su padre, Vince.
En su publicación, Mike escribió que antes de morir, su padre expresó que no quería que su esposa estuviera mucho tiempo triste por su partida; además dijo que el deseaba que se volviera a casar con alguien que la cuidara y amará tanto como él. Para Vince, el hombre indicado para cumplir su deseo solo podía ser Ron, su mejor amigo.
«Por supuesto, mamá estaba sorprendida y dijo que eso era una charla loca; ya que habían pasado 71 años juntos y que ella nunca había querido ningún otro hombre».
Eileen le comentó a Ron el último deseo de su difunto esposo en su funeral, pero no pasó más allá de un simple comentario. Las semanas siguientes a la muerte del hombre, Ron ayudó a la viuda con algunas cosas en su casa, entre las que estaba limpiar el armario.
Mientras sacaba algunas cosas, él encontró unas botas de Vince, se las probó y le quedaron perfectas, pero no solo se midió el calzado; sino también el anillo de compromiso de Vince que ella pensaba vender. ¡Justo como la historia de la Cenicienta!
Luego de un tiempo, el hombre le propuso a Eileen que hicieran un viaje de varios meses a Arizona; pero ella le contestó que no había considerado la opción de viajar con alguien que no fuera su esposo. Ron le preguntó que si él fuera su esposo, se animaría a ir con él y ella le contesto que sí.
«Obviamente, esto nos sorprendió a todos. El momento parecía ser un poco pronto, pero después de pensarlo, mamá tiene 90 años y Ron, 87. Ninguno de los dos se está volviendo más joven y tiene sentido que puedan ser felices; ir a lugares y hacer cosas como pareja mientras están en buen estado de salud».
Luego de la propuesta de Ron, se casaron para iniciar una nueva etapa juntos. Aunque fue una noticia que sorprendió a todos, ambos están seguros de que es una decisión que hace felices a sus difuntos cónyuges, ya que ellos querrían verlos felices y seguir con su vida. Después de todo, se cumplió el deseo de Vince, ver a su amada esposa “feliz”.
