El equipo de protección facial estará presente cuando Grandes Ligas reinicie en menos de dos semanas. Algunos jugadores y entrenadores planean usarlos durante los partidos.
Los protocolos de seguridad de Grandes Ligas exigen el uso de cubrebocas en los vestuarios para evitar la propagación de COVID-19, y tanto entrenadores como managers deberán portarlos en los dugouts, pero será opcional en el campo de juego. Algunos tienen planeado usarlos también durante los partidos.
Entre quienes alientan a su uso se encuentra el cerrador Kenley Jansen, de los Dodgers de Los Ángeles.
Jansen dijo que recientemente dio positivo en COVID-19, lo que causó que se reportara tardíamente al campamento de pretemporada. El domingo participó en los entrenamientos y dijo que se encuentra “bien y ahora mejor”.
Jansen espera estar listo para el primer duelo de la temporada regular el 23 de julio, cuando San Francisco visite el Dodger Stadium.
El jardinero Clint Frazier, de los Yanquis de Nueva York, ha estado poniendo a prueba varias mascarillas durante los encuentros interescuadras. Para Frazier no se trata solo de un asunto de seguridad sino poner el ejemplo durante las transmisiones de los juegos.
“Tenemos una enorme plataforma”, sostuvo Frazier.
Sin embargo, la seguridad también es una preocupación. Sus compañeros Aroldis Chapman, DJ LeMahieu y Luis Cessa han sido descartados por contagio del virus.
Frazier no estará solo en su intento de crear consciencia.
“Yo también usare mascarilla”, confirmó el coach de tercera base de Atlanta, Ron Washington.
A sus 68 años, Washington ha atestiguado la decisión del coach de los Bravos Eric Young Sr. y del entrenador de bateo de los Mets Chili Davis de no participar en esta temporada.