Un equipo de astrónomos del Observatorio Europeo Austral (ESO) ha revelado la presencia de la pareja de agujeros negros supermasivos más cercanos a la Tierra, jamás observados gracias al empleo de la herramienta Very Large Telescope (VLT).
Ubicados en la galaxia NGC 7727, en la constelación de Acuario, el par de agujeros negros está a unos 89 millones de años luz de distancia de la Tierra; lo que supera el récord anterior de 470 millones de años luz por bastante margen, convirtiéndolos en los más cercanos a nosotros hasta ahora.
Agujeros negros supermasivos
Los agujeros negros supermasivos se esconden en el centro de las galaxias masivas y, cuando dos de estas se fusionan, terminan en curso de colisión.
Esta pareja bate el récord también de separación más pequeña entre dos agujeros supermasivos, ya que están solo a 1600 años luz de distancia.
«Es la primera vez que encontramos dos agujeros negros supermasivos que están tan cerca el uno del otro, menos de la mitad de separación que el poseedor del récord anterior”; afirma Karina Voggel.
«La pequeña separación y la velocidad indican que se fusionarán en un agujero monstruoso; probablemente dentro de los próximos 250 millones de años», agrega el coautor Holger Baumgardt.
La fusión de dos agujeros negros como estos podría explicar el proceso de su formación según indican los expertos del ESO.
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Observación
Voggel y su equipo pudieron determinar las masas de los dos objetos observando cómo influye la atracción gravitacional de los agujeros negros en el movimiento de las estrellas que hay a su alrededor.
Descubrieron que el agujero negro más grande, ubicado justo en el núcleo de la galaxia, tenía una masa de casi 154 millones de veces la del Sol; mientras que su compañero tenía 6,3 millones de masas solares.
Es la primera vez que las masas de dos agujeros negros supermasivos se miden de esta manera. Una hazaña posible gracias a la proximidad del sistema a la Tierra y a las detalladas observaciones que el equipo obtuvo en el Observatorio Paranal, en Chile; utilizando el instrumento MUSE (Multi-Unit Spectroscopic Explorer), instalado en el VLT de ESO.
Voggel explica que este hallazgo «implica que podría haber muchas más de estas reliquias fruto de fusiones de galaxias por ahí; que pueden contener muchos agujeros negros masivos ocultos que aún esperan ser encontrados».