Ayer 23 de noviembre, se celebró la Reunión de alto nivel de la Asamblea General sobre la evaluación del Plan de Acción Mundial de las Naciones Unidas para Combatir la Trata de Personas.
Esta evaluación tiene lugar cada cuatro años y ofrece la oportunidad de reconocer los logros, reflexionar sobre las lagunas y los retos existentes, tanto en la aplicación como en el alcance, y en el camino a seguir en la lucha contra la trata de personas.
Plan de Acción Mundial de las Naciones Unidas
El Presidente de la Asamblea General, Señor Abdulla Shahid, exhortó a los Estados a crear una comunidad resiliente, enfocada en las víctimas y sobrevivientes de la trata de personas e identificar nuevos marcos jurídicos libres de prejuicios y desigualdades e hizo un llamado a la comunidad internacional a prevenir y combatir el racismo y la xenofobia, que siguen siendo obstáculos para poder enfrentar adecuadamente la Trata de personas.
Los Estados Miembros de las Naciones Unidas coincidieron en que la trata de personas es un crimen para los derechos humanos, donde los traficantes se aprovechan de la vulnerabilidad de las víctimas, y que todos los Estados tienen la obligación de combatir este mal.
La Delegación del GRUN en su mensaje ante la Asamblea resaltó la necesidad de que tod@s en tiempos de pandemia, debemos intensificar nuestros esfuerzos, fomentar la solidaridad internacional y el multilateralismo, a fin de cumplir con las medidas para eliminar la trata de personas, incluidas las resoluciones que permitan mejorar la coordinación para luchar contra este mal y fortalecer la cooperación internacional para prevenir, combatir y proteger a las víctimas de la trata de personas.
Asimismo, durante la intervención nuestra delegación compartió como Nicaragua cuenta con una Ley No. 896, Contra la Trata de Personas, aprobada el 28 de enero del 2015, que regula los diferentes ámbitos para el enfrentamiento de la trata de personas, desde la prevención, atención a las víctimas, investigación, persecución y sanción. Tiene un enfoque de derechos humanos y de género para con las víctimas, establece nuevos aspectos procesales que vienen a agilizar y dinamizar el acceso a la justicia.