La cultura une a las naciones, y esa unidad de los pueblos y Gobiernos, se evidenció en una majestuosa presentación artística que se desarrolló en el Teatro Rubén Darío con bailes al igual que cantos de Taiwán y de Nicaragua.
De esta manera Taiwán saluda a Nicaragua por cumplir este 15 de septiembre, 200 años de la firma del Acta de la Independencia de Centroamérica, de la corona española.
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En esta presentación, se demostró el talento de los músicos nicaragüenses; quienes interpretaron canciones en mandarín el idioma taiwanés en los géneros como balada y pop.
El embajador de Taiwán en Nicaragua, dijo que siempre seguirán apoyando a Nicaragua en muchos programas; de igual manera felicitó al país centroamericano por esta gran celebración de los 200 años de independencia.
«Con esta excelente presentación cultural, es un programa combinado con la cultura de Taiwán y cultura nicaragüense mejor combinación. Con esta presentación saludamos al pueblo y Gobierno de Nicaragua, a todo el país por este Bicentenario de Independencia de Nicaragua y Centroamérica»; dijo el embajador de Taiwán en Nicaragua señor Jaime Chin Mu Wu.
Manifestó que su Gobierno y pueblo siempre estarán acompañando a los nicaragüenses que continúan con la búsqueda del desarrollo de la nación con una población de más de seis millones.
«Igualmente reiteramos nuestra férrea voluntad acompañarles en el camino hacia el progreso y la prosperidad, por eso estamos muy contento. Estamos acompañado de las autoridades de Gobierno y de los amigos y amigas en esta ocasión muy gloriosa»; resaltó el diplomático taiwanés.
Apoyo de Taiwán a Nicaragua
La presentación artística fue dirigida por el director de la principal casa de la cultura, ramón Rodríguez.
Gracias al apoyo de Taiwán hoy cienes de niños tienen un instrumento musical en sus manos y hoy tienen la posibilidad de ampliar sus conocimientos»; destacó el ejecutivo del Teatro Nacional Rubén Darío.
Nicaragua, junto a las demás naciones de Centroamérica firmaron el acta de independencia el 15 de septiembre de 1821 en la Ciudad de Guatemala; poniendo fin de esa manera al yugo que tenía sobre estos pueblos el reinado español.
