Tomado de www.nj.com / traducción Fernando Rayo
Si algo aprendimos de la doble victoria de los Yankees sobre los Red Sox el martes, es que deberiamos estar listos para un salvaje mes de septiembre. La carrera por la postemporada tiene todas las características para ser una de las mejores. Los Yankees y Red Sox junto a los Atléticos están empatados en los puestos de playoffs. Estos últimos 42 juegos estarán de escándalo y Loáisiga será pieza clave posiblemente como cerrador.
La carga está ahora en el mánager Aaron Boone, quien tendrá que tomar muchas decisiones difíciles. Primero decidirse en un cerrador: ¿Será el emergente Jonathan Loáisiga o el inconsistente Aroldis Chapman, cuando la inflamación de su hombro se lo permita?
Otras decisiones son la 1B con Rizzo y Voit y la de que si Stanton será el RF para darle el Bateador designado a uno de los dos inicialistas.
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Eso hace que la carrera Loáisiga-Chapman sea la más interesante por ver. Sería una cosa diferente la buena racha de los Yankees si no hubieran pasado los blowouts de Chapman. Los bombarderos bajaron una diferencia de 10.5 juegos con Red Sox y con las últimas seis victorias con un margen de solo 13 carreras.
La correcta decisión de Boone sobre quién poner en los últimos innings podría ser el factor determinante.
Esto es por lo que le voy a Loáisiga. Él pasó su prueba en el primer de la doblecartelera del martes en el Yankee Stadium. Con los locales arriba 5-3 en el séptimo, los Red Sox llenaron las bases con tres hits seguidos. Para remate, Loáisiga cayó a cuenta de 2-0 conttra el emergente Travis Shaw. El murmureo era claro en las graderías. Otro lanzador se hubiera desplomado en esa situación.
Pero Loáisiga con calma bajó a la tierra a Boston. Dominó a Shaw en elevado corto al izquierdo, antes de cruzar a Kiké Hernandez y a Hunter Renfroe con rectas de 99mph para preservar el triunfo. Eso fue una demostración en bruto de fuerza y nervios y para un chico de 26 años que está en su primera carrera por postemporada.
«Lo hemos puesto en situaciones complicado y ha funcionado en ellas con carácter» dijo Boone. «Verlo desarrollarse en este tipo de lanzador es emocionante. No me sorprende ya más. Tiene las herramientas para ser grande. Ahora que ha ganado confianza»
¿Chapman y su experiencia pesan para poner a Loáisiga como cerrador?
El respaldo de Boone ha sido claro, casi como que si ya le ha dado el puesto de cerrador a Loáisiga. Pero no es tan simple. Chapman tiene 12 años de recorrido como cerrador que no pueden ser ignorados. Su recta de cuatro costuras alcanza los tres dígitos y como plus tiene una entrega temible, más que otro Yankee. Y por último, los bateadores se sienten incómodos de enfrentar a Champan. El cubano es un tipo que mete miedo.
Solo por su peso, Chapman probablemente tendrá su trabajo de nuevo una vez esté 100 por ciento saludable. Boone dejará a Loáisiga para manejar los octavos inings y la intriga se acabara; pero hay dos factores a considerar mientras tanto. Los Yankees no saben exactamente lo grave que esté el codo de Chapman. Es probable que el Splitter que usaba en esta temporada irrito su ante brazo. Esta no sería la primera vez que un pitcher paga el precio de incluir este pitcheo a su repertorio.
Chapman podría seguir sin ese splitter. ¿Crees que no hay problema? tal vez, pero no hay garantía que la recta de 100 millas también funcione. De por si ya ha sido una temporada complicada. Tan infernal como era antes pararse en el cajón de bateo vs Chapman, así de feo ha sido este 2021 en la temporada que ha sido más vulnerable en su carrera.
Apartando los cuatro blown saves de Chapman, encontrarás una importante revelación acerca de su recta de cuatro costuras: Los bateadores no están tan asustados como siempre. De hecho, le están bateando .281 a la velocidad de Chapman, por mucho la mayor cantidad en su carrera. Su radio de bases por bolas (16.5 por ciento) es el doble de lo que fue en 2020, sin mencionar que fue su peor. Slugging en contra, OPS y porcentaje de hard-hit balls también son los peores o casi peores de por vida.
Probablemente esto tenga que ver con el codo malo de Chapman, en cuyo caso le caerá bien este tiempo. O tal vez esto es lo que será Chapman a sus 33 años. Si yo fuera Aaron Boone, estaría pensando en resolver esta duda tan pronto como el primer día que salga de la lista de lesionados. No hay tiempo para experimentar. Eso lo saben los Yankees. Un contendor puede recibir solo «algunos golpes bajos» a como Boone ha llamado los desastres en el noveno inning. Los Yankees han completado su cuota. Necesitan un camino perfecto.
Los por qué de Loáisiga sobre Chapman para cerrador
Eso es por lo que nomino a Loáisiga para el trabajo. Siempre me ha gustado su forma de lanzar, es más limpia que la de Chapman. Y a diferencia de Chapman, Loáisiga trabaja en ambos lados del plato su slider y su recta de dos costuras. Y aunque es relativamente nuevo para la presión, se ve que tiene la compostura para lo que se viene.
Le pregunté exactamente que pensó en ese último inning con las bases llenas. Estuvo 2-0 ante Shaw, a la midad de forzar una carrera de caballito que pudo poner peor las cosas. Todos los pitcheres tienen mucho que pensar cuando las paredes se estan cerrando. Quería saber cuál era su monólogo en ese momento.
«Ese es el momento en el juego en que tenés que decirte vos mismo, «Vamos con lo que ha funcionado toda la temporada,» «Loáisiga dijo. «Ejecuta lo mejor que podás, obten los resultados deseados.» «
No hay manera de reprochar ese final. Loáisiga cruzó a los Red Sox en una situación difícil y de alguna manera lo hizo ver fácil. Es lo que hacen los cerradores.