GREENVILLE, California, EE.UU. (AP) — El mayor incendio forestal en la historia de California seguía avanzando por los bosques el martes, mientras los bomberos trataban de proteger a las comunidades rurales de las llamas que han destruido cientos de hogares.
Los cielos despejados sobre algunas partes del incendio Dixie, que lleva un mes ardiendo, han permitido que los aviones se unan a cerca de 6.000 bomberos en el combate a las llamas esta semana.
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“Si podemos o no volar depende en gran medida de dónde se encuentre el humo. Sigue habiendo zonas en las que hay demasiado humo”, comentó Edwin Zuniga, portavoz del departamento de bomberos.
Alcances
El incendio, que arde entre árboles, maleza y pasto seco, había destruido hasta el martes cerca de 900 viviendas y otros inmuebles. Gran parte de la pequeña comunidad de Greenville se quemó tras ser azotada por las llamas la semana pasada.
Pero los reportes están “definitivamente sujetos a cambios” debido a que los equipos de evaluación todavía no han podido acceder a muchas zonas para evaluar lo que se ha quemado, dijo Zuniga.
El incendio Dixie, nombrado por el camino en el que estalló, también representaba una amenaza para 14.000 estructuras en más de una decena de pequeñas comunidades rurales y montañosas en la Sierra Nevada.
Aumento de las temperaturas en California
Los equipos han creado nuevas líneas de contención en el lado sur del incendio. Las autoridades creen que mantendrán el fuego a raya en esa zona, pero el futuro del incendio es desconocido.
“No sabemos dónde va a terminar este incendio y a dónde va a llegar. Sigue desafiándonos”; comentó Chris Carlton, supervisor del bosque nacional Plumas.
Se tiene previsto que las temperaturas aumenten y la humedad disminuya en los próximos días, con la posibilidad de que se registren temperaturas superiores a los 37 grados Celsius (100 grados Fahrenheit) en la semana junto con un retorno de fuertes vientos por las tardes, advirtió el meteorólogo Rich Thompson el lunes por la tarde.
El incendio que estalló el 14 de julio había crecido hasta cubrir una zona de 1.973 kilómetros cuadrados (762 millas cuadradas) y apenas estaba contenido en un 25%, de acuerdo con el Departamento Forestal y de Protección contra Incendios de California.