Las goteras no solo son molestas, sino que pueden generar grandes daños en poco tiempo. Muestra de ello es lo que vive en carne propia la anciana Casimira Mendoza, habitante del barrio Carlos Reina, en Managua.
Comenta la mujer de la tercera edad que la lluvia penetra con fuerza por el techo de su casa, el cual luce deteriorado. La vivienda en sí corre el riesgo de desplomarse en cualquier momento.
«Mi mayor necesidad es componer algo, lo que sea, que me ayuden a componerla o la compongo yo. Que me den el material, ya sería madera, zinc o algunos bloques para buscar cómo levantar. Estos trabajos los cobran caros y yo con qué voy a pagar»; dijo la lúcida anciana.
Una ayuda para Doña Casimira
A pesar de su avanzada edad, Doña Casimira camina bien, cocina y goza de una energía increíble. Asegura no tener problemas de sordera y aunque confiesa que de la vista sí, no necesita de lentes.
«Yo antes echaba tortilla y me ganaba la vida, pero como la muchacha que me ayudaba se enfermó de asma, ya no pudo seguir viniendo. El humo le afectaba, entonces no seguí»; finalizó Mendoza.
La humilde anciana es viuda, vive de la pensión de uno de sus hijos quien falleció en un accidente de tránsito. Habita en Carretera Norte, de ENABAS central, dos cuadras hacia abajo.