El fútbol es un deporte que trae alegrías y tristezas, emociones y frustraciones; fácilmente te puede llevar a la gloria y también a la muerte.
27 años han pasado después de uno de los casos más oscuros en la historia del fútbol tras el asesinato de Andrés Escobar; quien fue víctima del narcotráfico en Colombia.
El 2 de julio de 1994, el central colombiano fue asesinado tras ser acribillado en un estacionamiento en Medellín; la razón de su muerte fue un autogol que evito que Colombia llegara a la final del mundial.
Colombia era una de las selecciones favoritas a ganar el torneo de futbol más importante, en ese entonces contaba con una alineación espectacular; con los deportistas más grandes del momento, pero el sueño de levantar la copa terminó durante el enfrentamiento contra Estado Unidos, donde Andrés escobar desafortunadamente marcó el autogol que acabaría con su carrera y con su vida.
Andrés, el caballero del fútbol
El caballero del fútbol; fue destrozado mediáticamente; pero como un gran deportista alzo la frente y popularizo la frase: “La vida no termina aquí”, sin saber que faltaban días para su asesinato.
En 1994 Colombia Andrés atravesaba momentos difíciles bajo la sombra del narcotráfico; y debido a la eliminación varios poderosos cabecillas del crimen organizado del país perdieron fuertes cantidades de dinero en las apuestas.
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A diez días del autogol, Andrés Escobar fue asesinado cuando se encontraba estacionado, el sicario Humberto Muñoz Castro; sin mediar palabras se acercó a él y descargo seis tiros en su cabeza.
El asesino fue capturado y condenado a 43 años de prisión; aunque no pago ni 12, al salir en libertad en el 2005; los hermanos Gallón Henao fueron los narcos que se supone estuvieron detrás de planear la muerte del famoso futbolista y nunca pagaron por el delito por los contactos que tenían en el estado.
Andrés Escobar, aún se mantiene en la gloria del fútbol y sus aficionados lo recuerdan como un caballero dentro y fuera de la cancha; para ellos siempre será un inmortal del deporte rey.
Por Edilson Orozco