La capital de la fabricación del tabaco en la región está en una zona del norte de Nicaragua, es el departamento de Estelí. Pese a la situación generada por el COVID-19, la industria de este rubro no se ha detenido y comienza a dar un impulso en las operaciones.
Las empresas en los últimos días han comenzado a demandar más empleos, por lo que hay puestos vacantes en varias de las fábricas y estas solicitudes van de la mano con un aumento en las exportaciones.
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A la par de estos esfuerzos, las fábricas han aumentado las medidas para enfrentar al COVID-19.
“Actualmente las cosas se están estabilizando y prueba de ello, en nuestro caso, se están reabriendo las ventas de productos nuestro en Miami, esto debido a la incorporación de políticas de ventas en línea, con un mayor auge en el tema tecnológico”, indicó Luis Mendoza de la tabacalera Salazar Rodríguez.
Apertura al mercado local
“El asunto para sobrellevar es la innovación y adaptación, nuestra fábrica está lanzando una serie de iniciativas para poder adaptarnos. Estamos impulsando nuevos cigarrillos, estamos lanzando una serie de eventos para abrirnos en el mercado local, para ir permitiendo que lo nuestro se esté consumiendo, no significa que hemos descuidado las exportaciones, significa que creemos mucho en la capacidad nicaragüense para adaptarnos y salir adelante”, apuntó Mendoza.
“Pienso que el año 2020 va a cerrar en un nivel estabilizando poco a poco. Pienso que la clave de todo esto es poderse reinventar, poder innovar, poco a poco estamos reactivando nuestras fábrica. También estamos abriendo mercado a Asia, una de las economías mundiales que se ha mantenido. Creemos que vamos a reponernos, creo que todo esto va a ser bien para un impulso, estamos optimistas con los nuevos proyectos, en eventos que vamos a impulsar, con estrategias de desarrollo comercial y publicitario, con alternativas de calidad y para que comencemos a consumir mucho más lo nuestro”, apuntó.
