Hombres armados han secuestrado este lunes a 140 alumnos de un internado en el noroeste de Nigeria.
Emmanuel Paul, un maestro de la escuela secundaria baptista del estado de Kaduna que fue atacada, ha comentado a la agencia AFP que 25 estudiantes lograron escapar de los agresores.
El paradero de los alumnos secuestrados se desconoce.
La Policía local, por su parte, no ha compartido detalles sobre la operación y tampoco ha confirmado el número de menores que habrían sido raptados, con lo cual los únicos datos disponibles por el momento provienen de Paul.
El domingo, en el mismo estado los agresores secuestraron a entre seis y ocho personas, incluidas dos enfermeras y al hijo de un año de una de ellas.
Un técnico de laboratorio, un guardia de seguridad y a otro empleado en un hospital de la ciudad de Zaria donde se trata la tuberculosis y la lepra, confirmó a Reuters la portavoz del centro médico.
Ese día, el mismo grupo de atacantes también abrieron fuego contra un cuartel policial, pero los agentes consiguieron repeler el ataque y herir a algunos de ellos durante el intercambio de disparos.
Tercer ataque en los últimos días
La irrupción de los delincuentes y el secuestro de los chicos es un nuevo golpe hacia las autoridades en la región noroeste de Nigeria. Se trata del tercer ataque importante perpetrado en Kaduna en los últimos días.
Durante el fin de semana, al menos ocho empleados de un hospital de ese estado también secuestrados.
Un parte policial que no concuerda con la información del propio hospital, quienes precisaron que 15 las personas desaparecidas.
Además, otras siete personas murieron en distintos ataques este domingo por la noche en localidades vecinas, indicó Samuel Aruwan, encargado de seguridad del gobierno de Kaduna.
Ataques a la población de Nigeria
Todos los ataques llevan el mismo sello: un grupos de delincuentes irrumpen armados en distintos puntos y secuestran o matan.
Las autoridades los denominan «bandidos». Son los que aterrorizan las poblaciones del noroeste y centro de Nigeria.
Los denominados «bandidos» atacan poblados, roban ganado y secuestran a personalidades locales o viajeros que tienen un mismo fin: cobrar rescate.
Los «bandidos» operan desde campamentos situados en el bosque de Rugu; se extiende por los estados nigerianos de Zamfara, Katsina y Kaduna, así como por Níger.
Aunque actúan impulsados por el afán de lucro, algunos son allegados a grupos yihadistas presentes en el noreste de Nigeria, a cientos de kilómetros de distancia.
