Para realizar su estudio un equipo de científicos dirigido por el psicólogo Eldar Shafir, de la Universidad de Princeton, viajó a la India. Los expertos eligieron unas granjas donde se cultiva caña de azúcar en el estado de Tamil Nadu, en el sur del país. Aquí la gente obtiene la mayoría de sus ingresos anuales después de la cosecha, por lo que los lugareños cambian regularmente su estado de muy pobre a ‘muy rico’.
En el estudio participaron 464 agricultores de 54 aldeas antes y después de la cosecha. En cada visita se dieron a los agricultores dos ejercicios diferentes para determinar las capacidades cognitivas. Como resultado, en la ‘fase de la pobreza’ la media del coeficiente intelectual fue 13 puntos inferior comparado con los resultados de la ‘fase de la riqueza’, publica la revista ‘Science‘.
El mismo efecto se produce si se priva de sueño a la persona por 24 horas, subrayan los científicos. La falta de dinero impide a las personas realizar las tareas intelectuales más simples, que hacían sin problemas cuando no se estresaban pensando en sus finanzas, concluyeron los científicos.
Los expertos explican que los pobres tienen problemas para concentrarse en las tareas cognitivas, así como problemas para aprender y estudiar ya que tienen una capacidad mental limitada porque su cerebro está lleno de dificultades financieras. Sin embargo, esto no significa que los pobres sean menos inteligentes, aseguran los psicólogos, sino que la falta de recursos económicos moviliza mucha energía mental.