El padre Renzo Zocca dijo que le ofreció el auto al pontífice mediante una carta y se sorprendió al recibir una llamada telefónica aceptando la oferta.
El papa Francisco utilizó el auto este fin de semana: un Renault 4 con 300.000 kilometros en el odómetro. Ya en alguna ocasión, había pedido a las autoridades eclesiásticas que evitaran utilizar costosas limosinas.
Poco antes, durante una visita a un centro de refugiados en Roma, hizo un llamado para que los conventos abandonados sean utilizados para albergar a los solicitantes de asilo, en lugar de ser convertidos en hoteles de lujo que buscan hacer dinero para la iglesia católica.