Esta legalización se tornó controversial debido a que, a pesar de ser un ritual con más de 5.000 años de antigüedad para los rabinos, los reportes del departamento de salud de Nueva York informan que varios menores fueron infectados con herpes simple debido a esta práctica.
La mayoría de los adultos están infectados con este virus a pesar de no presentar síntomas, y todo menor puede resultar contagiado al tener contacto con su saliva según una nota publicada en Terra Argentina.
En Nueva York son varios los padres que exponen sus quejas y denuncias contra este ritual, ya que, desde el 2000 hasta la actualidad, se realizó este ritual a más de 20.000 bebés, de los cuales 13 fueron contagiados de herpes, y 2 de ellos murieron.
Los rabinos, por su parte, afirman que esta práctica debería estar protegida por el concepto de la libertad de culto que impera en EE. UU.
El metzitzah b’peh consiste en chupar el pene del bebé y extraer la sangre de la herida de modo a prevenir cualquier peligro luego de realizar el corte del prepucio del recién nacido.