Gracias a la navegación por satélite, teléfonos inteligentes con GPS, redes sociales y la tecnología de visualización 3D, los mapas se están convirtiendo en algo casi ilimitado en cuanto a su funcionalidad, y capaz de incorporar actualizaciones en tiempo real.
«La tecnología de pantalla LED avanzada y los smartphones equipados con proyectores van a transformar la manera en la que interactuamos con los mapas», dice Ian White , fundador y director ejecutivo de Urbanmapping.com, un proveedor de geo servicios con sede en San Francisco, Estados Unidos.
«Por ejemplo, los turistas podrán planear sus visitas utilizando sus teléfonos para proyectar un mapa en 3D sobre una pared, que podrán manipular de forma remota con las manos, añadiendo capas de información como puntos de referencia, restaurantes, recomendaciones de amigos, así como enlaces y horarios de transporte».
«Pronto, puede que no sólo visualicemos los mapas», afirma John Goodwin, científico principal en Ordnance Survey (OS), organismo cartográfico independiente del gobierno británico. «Podrán hablar con nosotros. Las palabras son a veces mejor que las imágenes, sobre todo si uno no quiere detenerse a mirar a su teléfono inteligente». Según el experto, como en la actualidad los mapas digitales pueden vincularse a un número casi infinito de datos, los mapas van ser cada vez más personalizados. «Pescadores y ciclistas, por ejemplo, podrán añadir la información que sea más relevante para ellos»