Unos kilos de más, los embarazos, comidas poco equilibradas son los responsables de que no luzcas una cintura de avispa. No se trata de intentar alcanzar los 60 centímetros de las modelos, pero sí de marcar todo lo posible tu cintura.
Además de hacer abdominales, en los cuales lo único que necesitas es fuerza de voluntad y una colchoneta o alfombra para tumbarte y no hacerte daño, puedes prepararte un pequeño gimnasio sin tener que salir de casa. Sólo necesitas un sencillo equipo de fitness. Tan sencillo como un step (también puede servir un peldaño de escalera). Si tu fuerza de voluntad persiste, puedes invertir en una bicicleta estática. Tripa y piernas se verán gratamente beneficiadas.
Aunque no todas las mujeres necesitan perder peso para lucir tripa y ombligo, en muchos casos es necesario bajar algunos kilos ya que los excesos de grasa, tienden a acumularse en el estómago. Una alimentación ligera y equilibrada es el primer paso para mantener el abdomen en forma. Sólo tienes que cuidarte un poco y rápidamente notarás los resultados. Abusa de la fibra. Absorbe el agua de los alimentos y aumenta el volumen del bolo alimenticio, lo que favorece la movilidad intestinal y previene el cáncer de colon. Si tus hábitos intestinales son regulares te sentirás ligera y con la tripa deshinchada.
Reduce la ingesta de grasas. Las grasas hacen lentas y pesadas las digestiones. Recuerda que la dieta mediterránea es sana y nada aburrida. Consume con moderación quesos y huevos y evita sobre todo los fritos, embutidos, nata, dulces, helados y frutos secos. Toma cereales, fruta, verdura, pasta, carnes y pescados. Hidrata todos los días tu cintura. La piel de la tripa es, junto con muslos y brazos, de las primeras en notar el paso de la edad. Es por este motivo que debemos hidratarla a diario con una buena crema hidratante. Masajea tu tripa. Tras la ducha diaria, es importante que apliques crema realizando un suave masaje que te ayudará a prevenir la flacidez.