El calamar gigante, hallado en la playa española, murió víctima de otro ejemplar de la misma especie, informaron los científicos tras estudiar las mordeduras del animal que pesa 80 kilos y tiene ocho metros de longitud.
Su rival pesaba el doble. El equipo de Cepesma, la Coordinadora para el estudio y protección de las especies marinas, que ha practicado la necropsia, concluyó que se trata de «una muerte singular en un ataque de titanes».