A veces, las mujeres vemos pequeños pliegues en el rostro y ya alucinamos con tener arrugas. Pero cuando se convierte en una obsesión se le conoce como ritifobia, que es el miedo a las arrugas.
La imagen perfecta que exige la sociedad es la que provoca que la aparición de las arrugas sean un peligro físico dentro del círculo social. Por eso, cada vez son las personas que se someten a cirugías y procesos estéticos para evitar las arrugas.
El aspecto juvenil con una piel perfecta es la principal causa de la ritifobia. El miedo a las arrugas se convierte en algo enfermizo hasta llegar a necesitar ayudad piscológica.