Con disturbios y detenidos terminó una marcha a favor de la reivindicación de los derechos de los pueblos mapuches en Chile, cuya protesta fue iniciada en horas de la mañana en el marco de la conmemoración de un nuevo Día de la Raza.
Más de 700 personas llegaron este sábado hasta la plaza Italia en Santiago (capital) para mostrar apoyo a los comuneros mapuches que se encuentran detenidos en diversas cárceles del sur de Chile y también para exigir un alto a la Ley antiterrorista.
Según informaron medios locales en el lugar se registraron enfrentamientos entre participantes y personal de Fuerzas Especiales de Carabineros, quienes acudieron al sitio con el apoyo de carros lanza agua y lanza gases.
La radio Bio Bio de Chile reseñó que en los enfrentamientos se constataron importantes daños en la vía pública, cuando Carabineros lograron dispersar a los protestantes.
Se conoció que por estos hechos fueron detenidos varios manifestantes, cuyo número no ha sido especificado por las autoridades. Los mismos fueron llevados a varios recintos policiales de la capital chilena.
Uno de los manifestantes dijo a una televisora local que exigen al Estado que no siga con las represiones, "porque los mapuches seguirán recuperando los territorios que les pertenecen".
"Nosotros no tenemos nada que celebrar, nosotros hemos venido acá para demostrar nuestro descontento con lo que está pasando con el pueblo mapuche, sobre todo en la comuna de Ercilla (sur de Chile), dijo otro participante de la marcha citado por AFP.
Entre las manifestantes se encontraba la presidenta de la Agrupación de Derechos Humanos, Viviana Díaz, quien hizo un llamado a los candidatos presidenciales a crear una Ley que indulte a los presos mapuches.
Los mapuches son la etnia indígena con mayor población en Chile que residen en el sur de esta nación y en el suroeste de Argentina. Desde hace más de diez años, esta comunidad reclama la restitución de tierras ancestrales que actualmente son ocupadas por empresas privadas.
La comunidad nativa también pide que no se les aplique la severa Ley Antiterrorista que se originó bajo la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990), caracterizada por aumentar los castigos respecto a la legislación ordinaria por iguales delitos.
Esta ley también impuso la ampliación de la prisión preventiva y el uso de testigos sin rostro, considerados grandes desventajas en los juicios.