A pesar de gozar de una exitosa carrera profesional en la industria musical, la vida personal de Jay Z ha pasado por situaciones turbias hasta alcanzar la comodidad y la fama, hasta el punto de que el rapero tuvo que ejercer de traficante de drogas para sobrevivir, según ha desvelado el que fuera su compañero de faena, De-Haven.
«Comencé a traficar con droga a los 14 años, y Jay por ese entonces faltaba constantemente a la escuela y me acompañaba los fines de semana. Poco tiempo después se mudó a mi casa y le dije: ‘Lo que es mío es tuyo’. Hicimos un montón de dinero. Con 17 años ya teníamos 100 mil dólares debajo del colchón de la cama», desveló De-Haven al diario The Sun.
La inseparable pareja decidió dedicarse al contrabando con el objetivo de abandonar el entorno de pobreza que les rodeaba y de poder emprender el camino hacia una vida mejor.
«Sólo queríamos dinero, joyas, coches, un camino que seguir. Por suerte, nunca he tenido que matar a nadie. Aunque ahora me doy cuenta de que matábamos a la gente poco a poco vendiendo la droga», explicó el ex compañero de Jay.
Sin embargo, el hecho de acoger a Jay Z en su hogar después de ser abandonado por su padre cuando tenía 11 años -quien dejó a la madre del artista, Gloria Carter, a cargo de sus cuatro hijos- y tratarlo como a un auténtico hermano parece haberse borrado de la memoria del rapero, quien no ha vuelto a ponerse en contacto con la que fue su ‘familia’ después de alcanzar el éxito y la fama internacional.
«¿Acaso mi madre no merece una llamada en el Día de la Madre? Fue la mujer que sacaba a Jay del calabozo cuando le pillaban con drogas encima. Cuando ella iba allí, no decía que era su vecino; decía que era su hijo», declaró De-Haven.
Jay Z posee ahora una fortuna junto a su mujer Beyoncé que ascendería a los mil millones de dólares.