Mientras menstruamos debemos poner mayor atención en nuestra higiene íntima para evitar infecciones y complicaciones; lo que no significa que debamos descuidarnos el restos del mes.
Aunque la sangre que fluye al exterior es limpia, resulta necesario cambiar varias veces al día la toalla o tampón, lo cual puede complementarse con la limpieza durante el baño matutino y lavado nocturno.
Las toallitas húmedas también son elementos necesarios a la hora de llevar a cabo una correcta higiene femenina: están elaboradas con fibras naturales y provistas de sustancias hipoalergénicas (que no causan reacción alérgica), son útiles para limpiar con delicadeza la zona genital después de orinar y/o cambiar la toalla sanitaria o tampón.
Usa de ropa interior de algodón, o con cubierta de algodón en la zona vaginal y no uses tangas todos los días.
Evitar el uso de ropa muy ajustada, pues provoca mayor sudor en los genitales femeninos.
Lava tu zona íntima con agua y jabón neutro, enjuagando bien y utiliza productos específicos que permitan una limpieza profunda.
Cambia de ropa interior cuando esté húmeda.
Evita duchas vaginales, pues pueden dañar el pH y con ello favorecer infecciones.
No es recomendable la depilación láser, porque altera el medio ambiente natural.
Los tampones deben utilizarse cuando sea estrictamente necesario y no de forma permanente, pues impiden la salida de flujo y favorecen la incubación de bacterias.
No uses pantiprotectores el resto del mes, úsalos para cuando el flujo es menos abundante.
Si tienes una infección o tu flujo no es regular, asiste con el ginecólogo y no te automediques.