Investigadores del University College de Londres (Reino Unido) han descubierto que los niños con horas de dormir irregulares son más propensos a tener problemas de conducta.
El estudio, que se publica en la revista Pediatrics, encontró que las horas de dormir irregulares podrían alterar los ritmos naturales del cuerpo y causar la falta de sueño, lo que afecta a la maduración del cerebro y la capacidad de regular ciertos comportamientos.
La profesora Yvonne Kelly (Epidemiología y Salud Pública) señala: «No tener horas de dormir fijas, acompañadas por una sensación constante de cambio, induce un estado del cuerpo y de la mente semejante al jet lag, y esto afecta al desarrollo saludable y al funcionamiento diario.»
«Sabemos que el desarrollo en la primera infancia tiene profundas influencias en la salud y el bienestar a lo largo del curso de la vida. De ello se desprende que las interrupciones para dormir, especialmente si se producen en momentos clave en el desarrollo, podrían tener efectos importantes en la salud de toda la vida».
Analizando datos de más de 10.000 niños, el equipo recolectó las horas de dormir de niños a los tres, cinco y siete años, así como los informes de las madres y los profesores de los niños sobre problemas de conducta .
El estudio encontró una relación clínica clara y estadísticamente significativa entre la regularidad al ir a la cama y el comportamiento. La interrupción de los ritmos circadianos provocada por horas irregulares conduce a la privación del sueño, que afecta el desarrollo del cerebro.
Agencias