También podría haber océanos de diamantes en la superficie de Júpiter.
En Saturno y Júpiter, puede que los diamantes caigan del cielo y formen océanos de ellos. Un grupo de astrofísicos calculó que las poderosas tormentas eléctricas que ocurren en ambos planetas provocan la formación de partículas de carbón, que caen a través de los gases. A medida que van cayendo, son aplastadas por la enorme presión de la atmósfera, haciendo que se conviertan en diamantes.
A mayor profundidad, los científicos creen que pueden convertirse en diamantes líquidos que podrían formar una capa oceánica estable. Mientras los océanos son más probables en Júpiter, en Saturno podría haber grandes pedazos de diamantes flotando.
«Pareciera que el interior de Júpiter es lo suficientemente caliente para alcanzar la región de diamante líquido en el diagrama de fases del carbón, mientras el interior de Saturno incluye regiones de temperatura y presión donde el carbón podría existir como diamante sólido», explica la investigadora Mona Delitsky.
Junto al científico Kevin Baines, plantean también que es poco probable que otros planetas gaseosos gigantes (como Urano y Neptuno) formen océanos de diamantes, pese a estudios anteriores que sugerían esta posibilidad. En cambio, podrían contener cristales de diamantes sólidos en el núcleo.
Los diamantes – que son una forma de carbón creada bajo alta presión – no son tan raros en los planetas. Fuera de nuestro sistema solar, los científicos han encontrado un planeta completo de este material, mientras que a 40 años luz de nuestra Tierra hay uno que es un tercio de diamante.