1.- Reduce el dolor. Escuchar música a diario reduce el dolor crónico hasta en un 21%. Cuando escuchamos música liberamos endorfinas, y éstas actúan como analgésicos naturales. Eso no solo hace que las personas se sientan más en control de su dolor, sino que ayuda a aumentar la felicidad y a disminuir la depresión.
2.- Aísla al estrés. Un mínimo del 25% de las enfermedades que sufrimos están asociadas al estrés. Escuchar media hora de música suave aunque sea dos veces por semana, reduce significativamente los niveles de estrés y ansiedad. ¿Quieres ponerlo en práctica? En Omsica ofrecemos sonidos supraneurales con bases de sonidos binaurales para cada momento de tu vida. Mira aquí nuestro vídeo para entender la importancia de la música para nuestro cerebro.
3.- Refuerza la salud. Escuchar música suave también ayuda a reducir la frecuencia cardíaca y la presión arterial. Por tanto, reduce el riesgo de sufrir problemas de salud. Un estudio realizado en Italia demostró que las personas con la presión arterial alta reducían el ritmo cardíaco si escuchaban buena música durante media hora al día 30 días seguidos. Además, quedó demostrado cómo la música adecuada ayuda a calmar a las células y los tejidos que forman los pulmones.
4.- Estimula el cerebro. La música con ritmos fuertes hace que la concentración permanezca más aguda y los pensamientos más alerta. Escuchar música suave, en cambio, mejora la capacidad de concentrarse durante más tiempo, y promueve un estado de calma y meditación. No solamente provoca bienestar y aumenta la creatividad, sino que el efecto dura aún después que la música haya dejado de sonar.
5.- Aumenta el rendimiento. ¿Has escuchado música alguna vez mientras haces ejercicio? ¿Tu rendimiento ha aumentado? Estos dos hechos están relacionados entre si. Y es que la música no solamente elimina la sensación de fatiga, cansancio y aburrimiento sino que actúa como un estimulante que aumenta la productividad. Un estudio realizado en 2005 demostró que escuchar música mientras se hace ejercicio aumenta la pérdida de peso y ayuda a ser constante.
6.- Facilita el sueño. Escuchar música de baja frecuencia induce a la relajación, y facilita y mejora el sueño. Esto ayuda a que nos pongamos en un estado saludable: los efectos del estrés y la ansiedad desaparecen.
7.- Aumenta el optimismo. La música también puede ser usada para trasladarnos a un estado de ánimo mucho más positivo. Gracias a la música recordamos momentos felices, pero también aumentamos la autoestima y la confianza en nosotros mismos.
8.- Hace de medicina emocional. Otro de sus múltiples beneficios es que cuenta con la virtud de cambiar el ánimo de una persona rápidamente, y ayuda a tener autocontrol, mejora el poder de seducción y vence la timidez. Todo eso hace que la convierta en el mejor remedio para uno mismo.
9.- Invita a socializar. La música une a personas que comparten una pasión similar. Ayuda a conocer gente nueva, a hacer vida social y a unir grupos.
10.- Buena para meditar. Y si la música es tan buena en todos los aspectos de nuestra vida, ¿cómo no va a serlo para meditar? Las melodías suaves tienen un efecto mágico y relajante sobre los estados de tensión y el estrés del día a día. Ayuda a meditar a muchísima gente que hasta entonces tenía dificultades para hacerlo, y está demostrado que dedicar unos minutos al día a la música de baja frecuencia es una de las mejores técnicas de relajación que existen.