El iraní Alireza M. sobrevivió a su propia ejecución, tras ser condenado por tráfico de drogas. Un trabajador de la morgue se dio cuenta de que el hombre respiraba aún después de haber sido ahorcado un día antes.
La familia de Alireza sintió alivio al saber que su pariente estaba vivo, sin embargo fue poco el tiempo que les duró, pues el juez decidió que debía volver a ser ahorcado.
Alireza fue certificado muerto por un médico local, tras permanecer más de 10 minutos colgado en la horca.
Agencias.