El presidente de Bolivia, Evo Morales, anunció la creación de puntos de control en los límites fronterizos con Perú tras la emboscada ocurrida en el municipio capitalino de Apolo (norte) el pasado sábado contra fuerzas policiales y del Ejército.
Morales calificó de hecho "criminal" la emboscada a efectivos de las fuerzas de erradicación de coca en Apolo que acabó con la vida de cuatro personas, tres uniformados y un civil, y reveló que investigaciones preliminares dan cuenta de que existe actividad del narcotráfico en la zona. El mandatario advirtió además que la reducción de coca ilegal no será detenida y apuntó a fortalecer la presencia militar en la frontera, según informa La Razón.
La emboscada contra las filas de la Fuerza de Tarea Conjunta (FTC) la madrugada del sábado en el norte de La Paz fue catalogada por el ministro de Gobierno, Carlos Romero, como "una masacre", según medios locales.
Las autoridades bolivianas están convencidas de que los atacantes desarrollaron un "trabajo de seguimiento e inteligencia" para ejecutar una operación "bien planificada". Dada la cercanía a la frontera con Perú, sospechan que los cocaleros –que resisten la erradicación de sus cultivos– recibieron el respaldo de los traficantes de droga que pueden refugiarse en el país vecino, por lo que Romero anunció que, a través de la embajada peruana en La Paz, se ha solicitado coordinar el cierre de frontera para capturar a los atacantes, además de una rigurosa vigilancia aérea.