Se llama Spencer Elden y apareció hace 23 años en la famosa portada del disco Nevermind de Nirvana. Con sólo unos días de nacido fue introducido en una piscina y fotografiado al lado de un anzuelo del que cuelga un dólar.
Según Cobain, él concibió la idea mientras veía un programa de televisión sobre nacimientos en el agua. El garfio y el billete también fueron sus ideas, y fueron superimpuestas posteriormente. Lo curioso fue que Geffen preparó una portada alternativa donde no se viera el pene, temiendo que ofendiera a algunos, pero Cobain dejo claro que el único compromiso que aceptaría sería un sello que cubriera el pene, acusando a cualquiera que estuviera ofendido de ser un «pedófilo».
23 años después de aquel memorable instante, Spencer se dedica a su trabajo como diseñador y artista plástico y reveló hace algunos años que el hecho de ser considerado «el bebé más famoso del rock» no empaña su prometedora carrera enfocada en el arte urbano que trabaja sobre figuras ligadas a la cultura del skate, los tatuajes y el pavimento, como calaveras, gángsters y vampiros.