Las fuerzas de inteligencia de EE.UU. podrían haber espiando el móvil de la canciller alemana, Angela Merkel, según informa Reuters.
Tras conocer esta información, la canciller alemana ha exigido explicaciones al presidente de EE.UU., Barack Obama. También dijo que, caso de confirmarse dicho ciberespionaje, sería «totalmente condenable y absolutamente inaceptable».
Una inspección de los servicios de información alemanes y de la Agencia federal de Seguridad hicieron que el Gobierno alemán considere que las sospechas de espionaje son «plausibles», por lo que se han pedido explicaciones a la Administración estadounidense.
Es un caso para llevarlo a la Corte Internacional para que se haga un juicio a los responsables
Por su parte, Washington niega haber espiado el teléfono de Merkel, y asegura que el presidente Obama ya habló hoy con la canciller alemana a este respecto. En una conversación telefónica, el mandatario de EE.UU. dijo que su país «no está monitoreando ni monitoreará sus comunicaciones», dijo el portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney.
Los documentos filtrados por el extécnico de la CIA Edward Snowden revelaron que la NSA estadounidense espió sin ninguna autorización legal tanto a sus ciudadanos como a millones de extranjeros, entre ellos ciudadanos alemanes. Las revelaciones han generado indignación y protestas en los gobiernos de varios países aparte de Alemania, entre ellos Francia, México y Brasil, cuyas cúpulas políticas se convirtieron en blanco del espionaje de EE.UU.
Alemania debe demandar a EE.UU. en la Corte Internacional
El sociólogo y analista Alfredo Gutiérrez opina que este caso se debe llevar a la Corte Internacional porque Washington no tiene derecho a invadir la soberanía nacional de otros países.
«Espero que la canciller Angela Merkel actúe con dignidad nacional porque esto es un atropello, una invasión a la soberanía nacional de un país. (…) Es un caso, incluso, para llevarlo a la Corte Internacional para que se haga un juicio a los responsables», dijo en sus declaraciones a RT Gutiérrez.
Además, no dudó que si eso está pasando con Alemania entonces «está pasando con el resto del mundo» y añadió que espiar a los mandatarios de otros países «es algo demasiado, muy delicado».