Alexia McArhur, una niña de cuatro años de edad, falleció esta semana en Rotherham, Inglaterra, a causa de leucemia, apenas 11 días después de que los médicos le diagnosticaron la enfermedad.
Su piel se tornó amarillenta y después de una serie de exámenes clínicos, Alexia fue diagnosticada con leucemia linfoblástica aguda, un cáncer de rápido crecimiento en la sangre que afecta a 350 niños al año en el Reino Unido.
Aunque fue sometida a un tratamiento que incluyó quimioterapia y un trasplante de médula ósea, la pequeña perdió la batalla por la vida el pasado viernes.
«Alexia fue operada y ya nunca despertó. Los médicos nos dijeron que podríamos tenerla conectada a una máquina todo el tiempo que quisiéramos, o que podríamos tomar la decisión de apagar la máquina», informó su madre.
Los padres decidieron desconectar a Alexia. «Me acosté junto a ella en la cama, le cante sus canciones favoritas, la tome entre mis brazos y sentí su último aliento», contó Ellerby Jade.
Agencias
