Oficiales de la Dirección de Investigaciones Económicas de Chinandega lograron decomisar 56 garrobos e iguanas lapa que estaban atados en el interior de unos barriles. 10 reptiles murieron asfixiados debido al encierro.
La Policía Nacional detuvo a Rosa Matilde López Díaz y a su compañero de vida, Gustavo Patricio Pavón, quienes trasportaban a los garrobos e iguanas en una camioneta. La pareja dijo a los uniformados que los animales fueron capturados por sus trabajadores y que cada uno les costó 80 córdobas.
Según los detenidos, pensaron en comercializarlos porque les iba mal en la pesca y necesitaban darle de comer a sus hijos. Sus alegatos no convencieron a las autoridades, quienes explicaron que el comercio ilegal de estos animales genera buenas ganancias.
Según investigaciones de los agentes, los garrobos e iguanas fueron atrapados en el Área Protegida de Puerto Morazán.
Los reptiles fueron entregados al Ministerio del Ambiente y de los Recursos Naturales (MARENA) para que que se encarguen de regresarlos a su hábitat.
Periodista: Belkis Medina
