Con los recientes ejercicios navales en Asia, EE.UU. busca reforzar su escurridiza posición diplomática en la región tras la ausencia del presidente estadounidense, Barak Obama, en varias cumbres asiáticas relevantes.
Las ausencias de Obama en el Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC, por sus siglas en inglés) y en la XVI Cumbre de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN) este mes de octubre fueron vistas en Asia como claros indicativos del declive del poder económico y diplomático de Washington, señala el portal Global Research.
Además, la cancelación del viaje del mandatario estadounidense como consecuencia del ‘cierre’ parcial del Gobierno planteó dudas sobre la seriedad de la implementación de su nueva política exterior conocida como ‘el pivote asiático’, que incluye el desplazamiento de buena parte de las fuerzas militares estadounidenses hacia puntos de los océanos Índico y Pacífico en lo que formaría parte de una estrategia para cercar a China.
También permitió al gigante asiático intentar aumentar su influencia en la región. Así, el nuevo líder chino, Xi Jinping, realizó visitas a Indonesia y Malasia con el fin de mejorar la imagen de su país sin dejar de lado su postura firme en lo que a asuntos territoriales se refiere.
«Eso demuestra que China tiene un Gobierno funcional y que EE.UU., en este momento, no lo tiene», afirmó el experto en política china de la Universidad de Sydney Kerry Brown a AP. «Se trata de otra señal de que EE.UU., de alguna manera, está perdiendo su brillo», agregó.
EE.UU. y China intensifican sus ejercicios navales en la región
Sin embargo, EE.UU. parece estar intensificando su presencia militar en Asia. De hecho, el pasado 25 de octubre, el portaviones estadounidense USS George Washington entró en la bahía de Manila, en Filipinas, tras pasar la última semana navegando por las aguas en disputa del mar de China Meridional y visitando varios lugares de la región.
El portaviones, que transporta a 75 aeronaves y cuenta con una tripulación de más de 6.000 personas, pasó por Vietnam y Malasia. Además, realizó ejercicios navales junto con Japón y Corea del Sur, maniobras consideradas por Corea del Norte como una «provocación peligrosa» que podría tener «consecuencias catastróficas».
Según el contralmirante Mark Montgomery, comandante del USS George Washington, los ejercicios navales en la región son necesarios para familiarizarse con los cambios tecnológicos de las embarcaciones militares. Montgomery señaló en una rueda de prensa que el ‘pivote asiático’ «está ganando fuerza» y que los recortes en el presupuesto de defensa de EE.UU. y el ‘cierre’ parcial del Gobierno de EE.UU. no habían afectado a su mando.
«El reequilibrio estratégico continúa. Tenemos fondos suficientes para nuestras operaciones «, aseguró, de acuerdo con AFP.
Sin embargo, el gigante asiático también está tomando las medidas oportunas en el plano militar. El viernes sus fuerzas realizaron «su primer ejercicio naval en mar abierto, que contó con la participación de las fuerzas marítimas y aéreas de las tres flotas chinas».
Según el periódico ‘Global Times’, las maniobras tendrían como fin preparar a China para «el combate en mar abierto» y «garantizar la seguridad nacional y los intereses marítimos».