Turquía inaugurará este martes el primer túnel ferroviario bajo el estrecho del Bósforo en Estambul, que conectará dos continentes: Asia y Europa.
Tras nueve años de construcción, el Marmaray, un túnel de 14 kilómetros de longitud, dará fluidez al tráfico intercontinental en la principal metrópolis turca, indicaron las autoridades locales.
El túnel, perforado a 62 metros bajo el lecho del estrecho, es el más profundo del mundo y tuvo un costo total estimado en 4.000 millones de dólares.