Es un padecimiento llamado Raynaud pero en un estado grave.
Debido a un espasmo en los vasos sanguíneos de las manos y los dedos, provocado por el frío, sus manos empiezan a ponerse blancas por la falta de circulación.
Lo peor del asunto es que cuando sus manos se vuelven a calentar, y la sangre vuelve a los dedos, puede llegar a ser muy doloroso. No tiene cura, aunque no es mortal. A sus 45 años, esta mujer española ve como sus manos se vuelven púrpura, y sus dedos blancos, cuando se exponen al frío.
Sus dedos se adormecen y en ocasiones experimenta un hormigueo. Sus dedos se vuelven rígidos y se entumecen.
Y aunque el fenómeno de Raynaud es un trastorno muy común, la Dra. Marina Anderson, profesora de reumatología de la Universidad de Liverpool, dijo que el caso de esta paciente es muy grave. No es mortal, pero Anderson puntualizó que era necesario tomar cuidados pues a la larga puede causar daños en los órganos internos el intestino, el corazón, los pulmones o los riñones.
Agencias