Cuando la paciencia rebasa, hasta las coyundas salen.
Les presentamos el caso de una señora que dice que cuando las palabras yano le llegan a sus chavalas, ella las corrige con la coyunda.
Cuando la paciencia rebasa, hasta las coyundas salen.
Les presentamos el caso de una señora que dice que cuando las palabras yano le llegan a sus chavalas, ella las corrige con la coyunda.